Todo comenzó tras un viaje por el sudeste asiático. Aquellas costas paradisíacas que esperaba ver Amaia Rodríguez, exploradora inquieta en busca de entornos de ensueño, fueron su particular Rubicón. "Me encontré una realidad: que las playas y la arena estaban invadidas de basuras y residuos", comenta en EcoAvant.com. Y esa estampa le marcó  para siempre, preguntándose qué hacer para cuidar el planeta.

Así, junto a su hermano Julen, nuestra invitada creó Gravity Wave y, a merced del oleaje y la incertidumbre económica, han conseguido poner por fin rumbo fijo y recabar apoyos por doquier. No hay quien los pare. Artífices del movimiento Plastic Free Oceans, han rescatado más de 200 toneladas de desperdicios de los mares y océanos, donde recalan cada año –ojo al dato– entre 8 y 12 millones de toneladas de plásticos.

La tarea resulta ardua, lo saben, pero han venido para cambiar las cosas. Además, desde Gravity Wave celebran la aprobación por parte de la ONU del Tratado Global de los Océanos y la nominación de Amaia Rodríguez en los premios Plastics Recycling Awards Europe 2023, sin duda, un motor de esperanza y motivación para continuar con su gran singladura.

"No te haces a la idea de la basura que hay", afirma Amaia Rodríguez. Y esta preocupación personal ante un drama global marca su trabajo cotidiano de recogida, reciclaje, triturado y transformación de toneladas de desperdicios. "Es como el vertedero del planeta"

"No te haces a la idea de la basura que hay", afirma Amaia Rodríguez. Y esta preocupación personal ante un drama global marca su trabajo cotidiano de recogida, reciclaje, triturado y transformación de toneladas de desperdicios. Una realidad que no deja de asombrarle: "Seguimos alucinando. Cuando normalicemos esto, algo malo estará pasando", sostiene.

Artilugios como papeleras, impresoras, lavadoras, ruedas e incluso barcos enteros toman el fondo de nuestras aguas. "Es como el vertedero del planeta", concluye Amaia Rodríguez con pesar.

A la sazón consultora y responsable de marketing en diversas empresas, "motivada y tenaz" con todo cuanto hace, su existencia dio un giro de guion total –"estamos aprendiendo desde abajo", confiesa– con Gravity Wave, cuyo eje de acción –por ahora– es el Mediterráneo. "¡Quiero recorrer todo el planeta", proclama con la ilusión que irradian las convicciones y los logros probados. Porque aquí, con vistas al presente y el futuro, hay que remar todos juntos.

 

 

¿Qué es Gravity Wave para quien no lo sepa aún? ¿Cómo surge esta iniciativa junto a tu hermano Julen? Todo parte de un viaje...

Sí, tuve la suerte de vivir en China durante casi tres años y una de mis grandes pasiones es viajar y encontrar sitios alejados, buscar el paraíso. Entonces, cuando viajaba de mochilera con la ilusión de encontrar las islas de aguas cristalinas y arenas blancas, me encontré una realidad: que las playas y la arena estaban invadidas de basuras y residuos. Era a finales de 2016 y empecé a preguntarme qué estaba pasando en el mundo; y se lo conté a mi hermano pequeño, Julen, cuando volví a España.

Les decía a todos: "Mirad lo que hay", trasladando mi preocupación a mi entorno. A mi familia, amigos y, especialmente, a mi hermano pequeño, que yo veía que era la generación del futuro y no sentía especial preocupación por el planeta"

Volví a mi pueblo, que es Tajonar, en Pamplona, y era la pesada del plástico... Les decía a todos: "Mirad lo que hay", trasladando mi preocupación a mi entorno. A mi familia, amigos y, especialmente, a mi hermano pequeño, que yo veía que era la generación del futuro y no sentía especial preocupación por el planeta y el impacto que tenemos en él. Julen es súper emprendedor y, dos años después, conoció a Lefteris Arapakis, un joven griego, de Atenas, que había montado una empresa de pesca sostenible.

Y allí le contó que un día en el barco con los pescadores no solo sacaron pescado, sino muchos plásticos. Lefteris cogió una lata y vio que tenía 30 años. Le sorprendió y pensó que qué era esto. Y vio que los otros pescadores volvieron a tirar la lata al mar porque decían que no era su problema. Total, cuando Lefteris volvió a tierra empezó a fijarse en que el mar estaba lleno de plásticos, se lo contó a Julen y supieron que había un proyecto que tenía sentido: ¿por qué no pescar los residuos y transformarlos? Julen me llamó con la historia y a finales de 2019 surge Gravity Wave...

 

Y en Gravity Wave habéis conseguido implicar a toda la cadena de limpieza de mares y océanos... Desde los que pescan hasta los que compran y venden. El movimiento "Plastic Free Oceans" ya es un referente, Amaia. ¿Cómo valoras la evolución de vuestro trabajo?

La verdad es que ha sido muy duro. Ahora se ve lo bonito, pero durante el primer año estuvimos sin facturar nada, sin modelo de negocio. Desarrollamos fundas de móvil a partir de plásticos del mar y la primera funda fue un fracaso. Pero hemos renacido y nos estamos centrando en lo importante: cómo podemos limpiar la mayor parte del plástico del mar y reconvertirlo. Entonces, no sabíamos cómo vivir de aquello y no fue hasta marzo de 2021 cuando el primer cliente pagó por limpiar el plástico del mar.

¡Y ahora tenemos ya toda una cadena y a mucha gente de la sociedad! Ya van más de 5.000 pescadores en Grecia, Italia y España... Estamos involucrando a las autoridades portuarias y a empresas que nos financian para rescatar residuos y, sobre todo, las redes de pesca que reciclamos. Poder hablar con todos estos agentes tan distintos, que quizá no hubiesen tenido relación con un pescador si no es por Gravity Wave, nos gusta mucho. Esto funciona y estamos viviendo de transformar este residuo donde otros ven sólo basura. Llevamos ya recogidas unas 200 toneladas de residuos.

Recogida plásticos del fondo marino / Foto: GW Recogida plásticos del fondo marino / Foto: GW

 

¿Y qué hacéis con los residuos que rescatáis del agua?

"Nosotros sacamos del mar absolutamente de todo. Papeleras, impresoras, lavadoras, ruedas de todo tipo y hasta barcos enteros. Es como el vertedero del planeta"

Nosotros sacamos del mar absolutamente de todo. En un puerto de Grecia estaban sacando una cosa llena de algas y mejillones, una cosa llena de vida marina... Papeleras, impresoras, lavadoras, ruedas de todo tipo y hasta barcos enteros. Es como el vertedero del planeta.

Especialmente, sacamos redes de pesca porque es el residuo que más encontrábamos y también es el peor y el que nadie quiere reciclar. Cuando buscábamos alianzas con plantas de reciclaje que transformaran estos residuos, las redes de pesca casi nadie las quería. Entonces, decidimos ser nosotros la solución a las redes de pesca y encontramos la planta –"Reciclamás"– y el producto en que las transformamos, que son muebles sostenibles.

 

¡8 millones de toneladas de plásticos estropean nuestros océanos cada año! ¿Sigues sorprendiéndote de lo que encontráis tirado en los mares?

No te haces a la idea de la basura que hay... No sabemos muy bien de dónde viene, por qué acaba tanta basura ahí; y seguimos alucinando. Cuando normalicemos esto, algo malo estará pasando.

 

Pese a todo, ¿estamos más concienciados con el respeto a la naturaleza?

Sí que estamos más concienciados, pero falta mucho por hacer. De la concienciación a la acción hay un paso. Exigimos más a las marcas cuando compramos.

"Porque hasta que una marca pierde clientes no deja de hacerlo mal. Pero, en cuanto a la gestión de residuos, por ejemplo, solo se recicla un 9% del plástico. ¡Es un desastre!"

Hay que hacerlo más. Porque hasta que una marca pierde clientes no deja de hacerlo mal. Pero, en cuanto a la gestión de residuos, por ejemplo, solo se recicla un 9% del plástico. ¡Es un desastre! Y actividades o proyectos como Gravity Wave y otros muchos son claves para seguir presionando y empujando al cambio.

 

Hablando de acción, ¿por qué es tan importante la aprobación por parte de la ONU del Tratado Global de los Océanos tras casi veinte años a la espera?

Porque por fin vamos a un ecosistema olvidado. Hasta hace poco nadie hablaba de los océanos. Se hablaba del Amazonas, pero nadie se acordaba de los océanos y, gracias al  tratado de la ONU, este tema se pone en el centro del debate.

 

¿Y cómo afecta el cambio climático, el calentamiento global, a nuestros mares y océanos?

Realmente, aquí la parte científica está estudiando cada vez más los océanos. Hasta hace no mucho no conocíamos muy bien qué importancia tenían los océanos. Ahora se sabe que son el mayor sumidero de carbono del planeta. Y el plástico hace que los océanos no puedan absorber tanto CO2 y esto a su vez hace que las temperaturas suban.

Que siga entrando el plástico al mar y no recuperarlo va a causar que cada vez vaya a peor. Es clave.

Selecciones de redes de pesca recogidas en aguas marinas / Foto: GW Selecciones de redes de pesca recogidas en aguas marinas / Foto: GW

 

Al hilo de todo esto, ¿tenemos suficiente educación medioambiental?

Cada vez hay más. Y los niños que reciben educación ambiental nos van a seguir educando porque ellos ven todo de forma diferente y son el futuro. La educación, al final, es la raíz de una sociedad donde podemos cambiar las cosas. Pero ahí también queda mucho por hacer.

En Gravity Wave no nos hemos metido en la parte educativa, pero va de la mano de nuestro proyecto para llegar a más gente y, sobre todo, para tener esperanza. Está muy bien entender cuál es el problema, pero otra forma de hacer las cosas también es posible. Se puede tener un impacto más positivo.

 

Amaia, cómo no, ¡enhorabuena! Has sido la única mujer finalista en los prestigiosos premios Plastics Recycling Awards Europe 2023, en la categoría de embajadora de reciclaje de plásticos...

¡Gracias! La final es el 11 de mayo en Ámsterdam. Nos vamos para allá dos personas del equipo de Gravity Wave: a ver si hay suerte y ganamos. Pero estar ahí ya es un gran paso. La lista de nominados es de grandes empresas y, de repente, estamos con Gravity Wave... ¡Increíble! Es un reconocimiento muy guay.

 

Y en tu vida cotidiana, Amaia, ¿qué haces para respetar el medio ambiente?

"Soy vegetariana desde hace cuatro años: es mi declaración más intencionada para proteger o hacer algo desde mi casa y mi día a día. Para no contaminar tanto. Ser vegetariana es una de las vías que he visto más accesibles para cambiar mis hábitos y mi contribución al planeta"

Soy vegetariana desde hace cuatro años: es mi declaración más intencionada para proteger o hacer algo desde mi casa y mi día a día. Para no contaminar tanto. Ser vegetariana es una de las vías que he visto más accesibles para cambiar mis hábitos y mi contribución al planeta.

También vengo en bici a la oficina, pero la verdad es que a veces viajamos mucho y usamos otros transportes... Pero la parte de ser vegetariana la defiendo mucho como una vía para hacer un cambio real.

 

Un cambio real y personal... Siempre destacamos esa premisa célebre que dice: "Piensa global, actúa local". ¿Otro mundo es posible?

Totalmente. Y, por supuesto, hay otra forma de hacer las cosas, de involucrar a las empresas grandes que más contaminan para que tengan un impacto positivo y devuelvan lo que la sociedad les da. Pero en Gravity Wave pensamos eso: "Piensa global, actúa local".

 

¿Qué expectativas tenéis desde Gravity Wave a medio plazo? Más de 100 empresas se han unido a la ola, como decís. Una ola imparable.

Más de 100 empresas de sectores muy diferentes que han decidido apostar por tener un impacto positivo en los océanos. Y lo que pretendemos es ser un canal o una plataforma para que cualquier empresa pueda colaborar y tener ese impacto. Sabemos que 2023 va a ser importante y queremos que las empresas que se unan a la ola de Gravity Wave se comprometan cada día más. Tenemos que mirar al futuro a largo plazo.

 

Una duda: ¿cómo lográis medir el impacto que generáis en los océanos?

El impacto que generamos queda reflejado en el compromiso que firmamos con cada empresa colaboradora que se une a nuestra iniciativa para retirar y revalorizar el plástico del mar. Garantizamos que todo lo que se ha establecido en el acuerdo se lleve a cabo.

Lo hacemos mediante la trazabilidad de la tecnología Blockchain. Gracias a nuestra colaboración con Keep Sea Blue que es una organización sin fines de lucro, tenemos la oportunidad de utilizar y aprovechar este sistema para garantizar y ofrecer una total trazabilidad y transparencia en toda nuestra cadena de valor, que va desde la fase de recolección, reciclaje y triturado hasta la transformación de las redes de pesca en productos.

Amaia Rodríguez manipula redes de pesca recogidas del mar para su reciclaje / Foto: GW Amaia Rodríguez manipula redes de pesca recogidas del mar para su reciclaje / Foto: GW

 

¿Y qué supone para Gravity Wave apoyarse en esta tecnología?

El uso de esta tecnología ha sido una fuerte apuesta de Gravity Wave para confirmar la total transparencia de nuestra empresa, ya que nos permite, a través de un código único que se genera desde el inicio al final del proceso, registrar de forma inalterable información como ubicación, kilos recogidos o fotografías, entre otros detalles.

"De esta forma, demostramos que desde Gravity Wave no hay ninguna mala praxis y evitamos que a nuestros clientes se les pueda etiquetar de "greenwashing"... Todo el proceso queda registrado, visible y medible al cien por cien"

De esta forma, demostramos que desde Gravity Wave no hay ninguna mala praxis y evitamos que a nuestros clientes se les pueda etiquetar de "greenwashing"... Todo el proceso queda registrado, visible y medible al cien por cien.

 

Volviendo a vuestro leit motiv, Amaia... ¿Hasta qué punto es dañino el plástico en nuestras aguas?

Hasta el punto de que todo lo que entre en el mar es muy difícil de sacar y perjudica a todo el ecosistema.

 

Por curiosidad: ¿qué océanos te quedan por explorar y dónde quieres ir?

¡Quiero recorrer todo el planeta! Donde pueda, allá que iremos; y ojalá sea con Gravity Wave porque, al final, queremos la solución global. Pensar local y actual global... y poder replicar nuestro trabajo en el Mediterráneo por todo el mundo.

 

¿Cómo contactar con Gravity Wave para echar un cable?

A través de la página web tenemos varios puntos de contacto, pero también en nuestras redes sociales y en eventos: que se acerquen a hablar con nosotros y a inspirarnos.

Vista del mar desde una terraza con una barra hecha a partir de residuos plásticos recogidos y reciclados / Foto: GW Vista del mar desde una terraza con una barra hecha a partir de residuos plásticos recogidos y reciclados / Foto: GW

Una más, Amaia: dado vuestro caso de éxito tras los altibajos en la travesía del emprendimiento social, ¿que dirías desde Gravity Wave?

¡Es la década de los océanos y Gravity Wave tiene que estar ahí! A ver, es muy duro, que no romanticen el emprendimiento. Nadie te cuenta la presión y la responsabilidad que hay. No mucha gente es capaz de pasar esa época tan dura y larga hasta que llega el primer cliente.

"Necesitamos muchas soluciones y somos defensores del emprendimiento social. Hacemos que un problema de todos tenga solución a una mayor o menor escala. Los gobiernos tienen que fomentar el emprendimiento social"

Pero necesitamos muchas soluciones y somos defensores del emprendimiento social. Hacemos que un problema de todos tenga solución a una mayor o menor escala. Los gobiernos tienen que fomentar el emprendimiento social porque, desde el sector, solucionamos problemas del futuro; y ahí creo que los gobiernos no son capaces todavía de ver el valor que tiene.

Pero en Gravity Wave seguiremos adelante... ¡Gracias por la difusión, Jorge!

 

¡Muchas gracias, ánimo y los mejores deseos por Gravity Wave!