La goma de mascar de las marcas más populares se basa en un material sintético derivado del petróleo que se utiliza también para fabricar neumáticos. Es una fuente de grandes cantidades de polución plástica que apenas ha recibido atención, pero que no se recicla, ensucia las ciudades y contamina el medio ambiente
Se estima que en los últimos años la cantidad de micro y macroplásticos que salen de los ríos Llobregat y Besòs es de aproximadamente 40 billones de partículas por año, equivalentes a unas 7 toneladas
Un nuevo estudio internacional demuestra que, cuando el agua se queda estancada por periodos largos, los metales de las cañerías estimulan la proliferación de bacterias y el desarrollo de resistencia a los antibióticos
Los países democráticos tienden a ser calificados como "más verdes" o más amigables con el medio ambiente en comparación con otros países, pero esto puede deberse a que con mayor frecuencia externalizan los impactos ambientales de su consumo a otras naciones
Cada año, unas 8.500 toneladas de antibióticos, lo que representa casi un tercio del consumo humano mundial, acaban en ríos y arroyos, incluso después de haber pasado, en muchos casos, por sistemas de tratamiento de aguas residuales
El 99% de los entornos escolares supera los niveles de NO2 recomendados por la OMS, según una campaña de medición en centros educativos impulsada por Ecologistas en Acción y la red Clean Cities
Un estudio del Icta-UAB muestra que las sequías y olas de calor, cada vez más frecuentes, reducen la capacidad de las plantas y los ecosistemas para absorber CO₂ y subraya la importancia del equilibrio entre humedad y clima
En el norte de Ucrania, tierras agrícolas afectadas por el desastre de Chernóbil podrían volver a ser cultivadas de forma segura, gracias a investigaciones que evalúan la viabilidad del uso agrícola en zonas anteriormente restringidas
Cerca de 1.400 millones de personas viven en zonas donde el suelo contiene niveles perjudiciales para la salud humana y los ecosistemas de arsénico, cadmio, cobalto, cromo, cobre, níquel y plomo
Un nuevo estudio arroja luz sobre las rutas altamente sensibles al clima que utilizan las sustancias contaminantes que arrastran los ríos siberianos para atravesar el océano Ártico