Reemplazar el 20 por ciento de la carne de ganado con proteína microbiana, una alternativa a la carne producida en tanques de fermentación, para 2050 podría reducir a la mitad la deforestación, según un nuevo análisis del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) (1), en Alemania, publicado en la revista Nature (2).

 

Muchos menos recursos

 

La alternativa de esta 'carne vegetal' es muy similar en sabor y textura, pero es un producto biotecnológico que, al reemplazar la carne de res, necesita muchos menos recursos de tierra y emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura y el cambio de uso de la tierra.

Esto se basa en el supuesto de un creciente apetito de la población mundial por la carne, y es la primera vez que los investigadores proyectan el desarrollo de estos sustitutos de la carne listos para el mercado en el futuro, evaluando su impacto potencial en el medio ambiente.

"El sistema alimentario es el origen de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, siendo la producción de carne de rumiantes la mayor fuente", afirma Florian Humpenöder, investigador del PIK y autor principal del estudio.

Esto se debe a que cada vez se talan más bosques que almacenan mucho carbono para el pastoreo del ganado o el cultivo de sus piensos, y a que la agricultura animal emite más gases de efecto invernadero. Parte de la solución podría ser la biotecnología existente: Biomasa nutritiva y rica en proteínas con textura similar a la de la carne producida a partir de microbios como los hongos mediante fermentación, lo que los científicos llaman "proteína microbiana".

 

Hamburguesas producidas de forma diferente

 

"La sustitución de la carne de rumiantes por proteína microbiana en el futuro podría reducir considerablemente la huella de gases de efecto invernadero del sistema alimentario -señala Humpenöder-. La buena noticia es que la gente no tiene que temer que en el futuro sólo pueda comer verduras. Pueden seguir comiendo hamburguesas y similares, sólo que esas hamburguesas se producirán de forma diferente".

El equipo de investigadores de Alemania y Suecia incluyó la proteína microbiana en un modelo de simulación por ordenador para detectar los efectos medioambientales en el contexto de todo el sistema alimentario y agrícola, a diferencia de los estudios anteriores a nivel de productos individuales.

Sus escenarios prospectivos se extienden hasta el año 2050 y tienen en cuenta el crecimiento futuro de la población, la demanda de alimentos, las pautas dietéticas y la dinámica del uso del suelo y la agricultura. Como es probable que el consumo de carne siga aumentando en el futuro, es posible que cada vez más bosques y vegetación natural no forestal se vean abocados a la extinción por pastos y tierras de cultivo.

"Descubrimos que si sustituimos el 20% de la carne de rumiantes per cápita para 2050, la deforestación anual y las emisiones de CO2 derivadas del cambio de uso de la tierra se reducirían a la mitad en comparación con un escenario sin cambios. La reducción del número de cabezas de ganado no sólo disminuye la presión sobre la tierra, sino que también reduce las emisiones de metano del rumen del ganado y las de óxido nitroso derivadas de la gestión de los piensos fertilizantes o del estiércol", explica Humpenöder.

"Así que sustituir la carne roja picada por proteína microbiana sería un gran comienzo para reducir los impactos perjudiciales de la producción actual de carne de vacuno", añade.

 

Carne de proteína microbiana

 

"A grandes rasgos, hay tres grupos de análogos de la carne --explica Isabelle Weindl, coautora y también investigadora del PIK--. Los hay de origen vegetal, como las hamburguesas de soja, y los de células animales cultivadas en una placa de Petri, también conocidos como carne cultivada, que hasta ahora son muy caros, pero que han recibido mucha atención pública recientemente".

"Y está la proteína microbiana derivada de la fermentación, que consideramos más interesante --añade--. Ya está disponible en una gran variedad en los supermercados, por ejemplo en el Reino Unido o en Suiza, y, lo que es más importante, puede desvincularse en gran medida de la producción agrícola".

Según destaca, estos resultados "muestran que, incluso teniendo en cuenta el azúcar como materia prima, la proteína microbiana requiere mucha menos superficie agrícola en comparación con la carne de rumiantes para el mismo suministro de proteínas".

La proteína microbiana se fabrica en cultivos específicos, como la cerveza o el pan. Los microbios viven con azúcar y una temperatura constante, y obtienen un producto muy rico en proteínas que puede tener el mismo sabor, la misma sensación y los mismos nutrientes que la carne roja. Se basa en un método de fermentación centenario, desarrollado en la década de 1980.

 

Biotecnología

 

"La biotecnología ofrece una prometedora caja de herramientas para una serie de retos relacionados con la tierra, desde la preservación de los ecosistemas hasta la mejora de la seguridad alimentaria", dice el coautor Alexander Popp, líder del grupo de Gestión del Uso de la Tierra en el PIK.

"Las alternativas a las proteínas animales, incluidos los sustitutos de los productos lácteos, pueden beneficiar enormemente el bienestar de los animales, ahorrar agua y evitar la presión sobre los ecosistemas ricos en carbono y biodiversidad", añade. Sin embargo, hay cuestiones cruciales relacionadas con el cambio de una producción cada vez mayor del ganado a los tanques de fermentación: la más importante es el suministro de energía para el proceso de producción.

"Una transformación a gran escala hacia los alimentos biotecnológicos requiere una descarbonización a gran escala de la generación de electricidad para poder desarrollar plenamente el potencial de protección del clima -añade Popp-. Pero si lo hacemos bien, la proteína microbiana puede ayudar a los amantes de la carne a aceptar el cambio. Puede marcar realmente la diferencia", añade.

Referencias