Al menos 62.004 palestinos han sido asesinados y unos 155.886 han resultado heridos desde el inicio del conflicto entre Israel y Gaza. Tras la ruptura unilateral del alto el fuego por parte de Israel en el mes de marzo, el número de víctimas mortales asciende a más de 11.000 fallecidos y unos 44.000 heridos.

Sumario

 

Anclados en la constancia de los bombardeos israelíes y los ataques contra los centros de reparto de ayuda humanitaria, dos nuevos hitos centran la actualidad del conflicto. Por un lado, Benjamin Netanyahu ha anunciado su intención de comenzar la ocupación de la Ciudad de Gaza, principal núcleo poblacional de la Franja. Por otro lado, Hamás se ha mostrado predispuesta a las condiciones del acuerdo de alto el fuego propuesto por los mediadores.

 

Los bombardeos y ataques israelíes

 

Mapa de la incursión militar de Israel en Gaza, actualizado a 19 de agosto, con las zonas de combate, avance terrestre / Imagen: EA Mapa de la incursión militar de Israel en Gaza, actualizado a 19 de agosto, con las zonas de combate, avance terrestre / Imagen: EA

La triste rutina del conflicto arroja todos los días un sinfín de bombardeos contra diversos puntos de la Franja que causan decenas de víctimas. Entre las ofensivas que causaron un mayor impacto en los últimos días se encuentra un ataque deliberado contra las proximidades del hospital Al Shifa en el que murieron seis periodistas, entre ellos un famoso reportero de la televisión catarí Al Jazeera. Las víctimas del ataque multiplicaron la conmoción en los medios de comunicación del mundo que volvieron a centrarse en los más de 230 periodistas que han muerto desde el inicio de la guerra.

Otra actuación polémica de Israel son los ataques contra las tiendas de campaña del campo de refugiados de Al Mawasi. En esta zona, calificada como segura por Israel en un principio, se hacinan casi medio millón de personas en un punto de continuo trasiego de evacuados de diversos puntos de la Franja y que cada vez se convierte en objetivo de bombardeos con mayor asiduidad.

Pero más allá de los bombardeos y avances directos, la mayor novedad de los últimos días es la intención de Benjamin Netanyahu de ocupar la Ciudad de Gaza, lo que abriría una nueva fase de la guerra. La decisión despertó la conmoción y alerta internacional tras ser aprobada por el Gabinete de Seguridad del gobierno israelí a pesar de las dudas de algunos sectores del ejército.

 

La catástrofe humanitaria y los tiroteos en el reparto de ayuda

 

Los centros de distribución de ayuda humanitaria se han convertido en una trampa mortal para los civiles palestinos. Los tiroteos del ejército israelí contra las masas que se acumulan para conseguir comida son una constante. Para luchar contra esta escasez se ha barajado el envío de ayuda humanitaria por vía aérea, pero es una solución en la que se confía poco por su escasa eficacia y sus abundantes riesgos.

Esta absoluta falta de suministros y el peligro al tratar de conseguirlos aumenta la hambruna entre la población gazatí, donde más de 230 personas habrían muerto de hambre, entre ellos más de un centenar de niñas y niños. De hecho, múltiples ONG han denunciado que Israel no les ha permitido entregar ningún tipo de ayuda a Gaza desde la ruptura del alto el fuego de marzo; limitación que ahora también podría afectar a algunas de las organizaciones humanitarias más importantes del mundo.

 

La posición internacional ante el conflicto y el alto el fuego

 

La comunidad internacional ha vuelto a mostrar su contrariedad por el anuncio de la decisión de ocupar la Ciudad de Gaza por parte de Israel. Varios países se han mostrado dispuestos al futuro reconocimiento de Palestina como una manera de presionar a Israel, entre ellos estados tan importantes como Francia, Reino Unido o Australia. Dentro de esta oleada de condena, el presidente francés Macron ha dado un paso más al pedir la creación de una coalición internacional que lucharía contra el terrorismo en Gaza a la vez que estabilizaría la Franja y establecería un gobierno estable en dicho territorio.

Mientras Israel anunciaba un nuevo paso adelante en su ofensiva, se habían retomado movimientos para las negociaciones de paz, ante los cuales Hamás dio su consentimiento a la propuesta de los mediadores de Egipto y Qatar. La milicia palestina estaría de acuerdo con una suspensión de las hostilidades durante 60 días, periodo en el cual se realizarían liberaciones de prisioneros palestinos y de rehenes israelíes, así como el intercambio de fallecidos. Además, se retomaría la entrega de todo tipo de ayuda humanitaria y podría reabrirse el paso de Rafah, en el sur de la Franja.