ONG ambientales piden a la sociedad civil que se movilice para participar en la consulta pública que ha lanzado el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico para la elaboración de la propuesta legislativa de la Comisión Europea para frenar la deforestación importada a través, por ejemplo, de productos derivados como la soja para alimentar a la ganadería industrial española.

 

Destrucción ambiental del sector agropecuario

 

Así, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace España, Mighty Earth, SEO/BirdLife y WWF llaman a empresas, sindicatos y asociaciones de consumidoras y consumidores, para participar en dicha consulta pública y que reclamen una ley "ambiciosa que frene la escalada de destrucción ambiental provocada por la expansión del sector agropecuario en los ecosistemas del planeta".

Las ONG aseguran que la UE es el segundo causante de la deforestación tropical, solo superado por China, por sus importaciones de productos agrícolas y ganaderos y añaden que dentro de los Veintisiete, España sería, el tercer país con mayor responsabilidad de este problema.

 

Saber qué incluyen en su cesta de la compra

 

Las organizaciones firmantes reclaman que la futura ley debe garantizar a los ciudadanos y ciudadanas europeas que lo que incluyen en su cesta de la compra "no está relacionado con la destrucción de la naturaleza o el abuso de los derechos humanos", para lo que considera necesarias políticas "coherentes" con los compromisos del Acuerdo de París, los Objetivos de Desarrollo Sostenible o la Declaración Universal de los Derechos Humanos "aunque afecten al insostenible modelo productivo".
El 17 de noviembre la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa dirigida a evitar la deforestación y la degradación de los bosques causada por la importación de productos agrícolas y ganaderos.

La iniciativa legislativa europea plantea exigir a las empresas que venden materias primas en el mercado de la UE rastreen su origen y demuestren que no están vinculadas a la destrucción o degradación de los bosques. Además, prevé obligar a las empresas a contar con mecanismos para aplicar el Deber de Vigilancia para minimizar los riesgos en sus operaciones de importación de soja, aceite de palma, cacao, café, carne de vacuno y madera, así como algunos de sus productos derivados.

En febrero está previsto que comiencen las negociaciones en el Parlamento Europeo y los ministros de los Estados miembro.

En relación con esta propuesta el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico decidió elaborar un estudio de impacto en España de la propuesta legislativa europea y en ese contexto es preciso establecer un proceso de participación pública para que la ciudadanía, grupos de interés, asociaciones empresariales y sindicales, expertas y expertos, o cualquier sector que se considere afectado por la propuesta legislativa, puedan expresar su opinión.

 

La UE lidere la lucha contra la deforestación

 

"Estamos ante una oportunidad única para que la UE lidere la lucha contra la deforestación inducida por la producción y comercio de materias primas como la soja. Es el momento de la valentía y la ambición y no de rebajar los requerimientos, algo que seguiría dejando en situación de vulnerabilidad a algunos de los ecosistemas vitales en muchas partes del mundo y a las comunidades que viven en su entorno", defienden las ONG en un comunicado conjunto.

La expansión del cultivo de soja en Brasil o Argentina no solo se liga a la deforestación, sino también con la invasión de territorios indígenas, acaparamiento de tierras y otras violaciones de los derechos humanos. Así, denuncian que la rápida expansión se ha producido a expensas de algunos de los ecosistemas con mayor biodiversidad en la Tierra, incluidos los bosques del Amazonas, el Cerrado y el Gran Chaco en América del Sur, y está contribuyendo a la crisis climática y de salud pública.

 

Poblaciones campesinas desplazadas

 

Por la expansión del cultivo muchas poblaciones campesinas han sido desplazadas de manera forzosa de su territorio y obligadas a buscar otras tierras para vivir.

España importó en 2019 un total de 2,4 millones de toneladas de soja de Brasil, principalmente del estado de Mato Grosso y la región de Matopiba. De estas, de acuerdo con datos del Sustainable Trade Initiative (IDH), apenas el 1% de las importaciones españolas de soja estaba certificada.

El 87 por ciento de la soja importada por la UE se destina a la producción de piensos para la alimentación de ganado. Y España es, dentro de la UE, el líder en la producción de piensos, produciendo 34,5 millones de toneladas de piensos animales en más de 850 fábricas. Por este motivo, España es un punto estratégico para empresas que importan soja desde el continente americano para luego comercializar los subproductos (torta de soja y aceite) en el resto de Europa.

Por ello, las ONG denuncian que las importaciones de soja para la alimentación de la ganadería industrial son el principal motor de la deforestación inducida por el sistema agroalimentario español.

En ese contexto, para favorecer la participación en la consulta, estas ONG informan de que están contactando con sectores económicos y sociales para aumentar el rango de actores e intereses en esta consulta.