En 2013, el mismo año en que el Gobierno presentó una legislación que penaliza duramente la producción con renovables para el autoconsumo, en el marco de un conjunto de medidas retroactivas que desarman anteriores iniciativas legales de apoyo a las energías limpias en España, la eólica se convirtió por primera vez en la fuente que mayor porcentaje de la demanda cubrió, con un 20,9%, frente al 20,8% de la nuclear.

Los datos de Red Eléctrica de España (REE) no sólo confirman que por vez primera la fuerza del viento ha sido el principal motor de producción de electricidad en nuestro país. Se trata también de la primera ocasión en la historia que eso sucede en el mundo. España es el primer país donde la energía eólica se ha convertido en la principal fuente de producción de electricidad.

La fuerza del viento permitió generar el año pasado 4.478 GWh –la cifra más alta jamás registrada–, lo que representó un aumento del 13,2% respecto a 2012, una cantidad suficiente para abastecer a 15,5 millones de hogares, el 90% de los que hay en España, según calcula la Asociación Empresarial Eólica (AEE). 

Los parques eólicos son capaces de abastecer ya al 90% de los hogares españoles

En realidad, las nucleares españolas produjeron 2.337 GWh más que los aerogeneradores pero, descontando la considerable cantidad de electricidad que las propias plantas consumen para funcionar, su aportación a la cobertura de la demanda fue menor que la de la energía eólica, que en 2012 había sido la tercera fuente, tras la nuclear y el carbón. Otro récord alcanzado por la energía eólica en España en el año que acaba de finalizar fue el de potencia instantánea, que el 6 de febrero se disparó hasta los 17.056 MWa las 15.49 horas.

Estas cifras se conocieron días después de que 200 municipios españoles secundaran un manifiesto que critica el trato que la energía eólica recibe en la reforma energética emprendida por el Gobierno del Partido Popular que preside Mariano Rajoy. Cerca de un millar de municipios de todo el país alojan ya aerogeneradores, cuya actividad proporciona empleo a cerca de 27.000 personas y aporta el 0,24% del PIB español, según cifras de la AEE, que destaca que España, país puntero en este terreno, exporta tecnología eólica por valor de 1.900 millones de euros al año.

Noticias de este tipo dan alas a quienes, frente al casi monopolio de las grandes corporaciones energéticas, mantienen que es posible cubrir las necesidades de energía de una sociedad moderna sin utilizar fuentes de generación contaminantes. La semana pasada, dos comités del Europarlamento, apoyados por los gobiernos de ocho países, entre los que destacan Alemania, Austria y Dinamarca, reclamaron a la Comisión Europea que las renovables supongan el 30% de la producción energética del continente para 2030, en la senda de alcanzar una generación energética totalmente limpia.

Objetivo 100%

El objetivo más inmediato que se ha marcado la UE es del 20% para 2020, en el marco del llamado Objetivo 20/20/20, que persigue también que para esa fecha se haya reducido en un 20% el consumo de energía y se hayan reducido un 20% las emisiones que contribuyen al cambio climático.

Pero ya hay en el mundo ocho países, 48 regiones y 41 ciudades que han conseguido cubrir la totalidad de su consumo en todos o algunos sectores de actividad mediante fuentes de energía renovables y limpias, como es el caso del archipiélago neozelandés de Tokelau o las localidades de Güssing (Austria) y Dardesheim (Alemania), o se han marcado el objetivo de conseguirlo en las próximas décadas, según la información recopilada por el Renewables 100 Policy Institute (RPI) norteamericano. 

Unos 45 millones de personas en todo el mundo utilizan sólo energías limpias

Tokelau, donde habitan unas 1.500 personas, cubre todas sus necesidades por medio de placas fotovoltaicas, que sustituyeron a los generadores de gasóleo. Güssing, que tiene unos 4.000 habitantes, basa su producción eléctrica en la combustión limpia de biomasa. La localidad alemana de Dardesheim, de un millar de habitantes, ha resuelto sus necesidades por medio de la fotovoltaica, la eólica y los aceites vegetales

Por su parte, la región austríaca de Carintia abastece plenamente de electricidad a su medio millón de habitantes gracias a la energía hidroeléctrica que produce en los Alpes. Y 600.000 personas cubren sus necesidades más básicas en Bangladesh gracias a placas solares y biomasa. Otros están en camino. Escocia apuesta por ser 100% renovable en 2020, y Dinamarca, en 2035.

Las cifras que aporta la iniciativa Go 100% Renewable Energy del RPI estiman que unos 45 millones de personas de todo el planeta ya cubren sus necesidades de electricidad, calefacción o transporte mediante energías limpias e inagotables, una lista que incluye por ahora la eólica, la solar, la hidráulica, la biomasa la geotérmica (que utiliza el calor procedente del centro de la Tierra), la maremotriz (que aprovecha la fuerza de las mareas) y la undimotriz (que obtiene energía de las olas).

La presencia española en las listas de Go 100% Renewable es todavía muy parca. La lidera la isla canaria de El Hierro, que tiene ya en fase de pruebas una innovadora central eólica-hidráulica que, tras una inversión de 54 millones de euros, cubrirá la totalidad de la demanda energética de sus 10.000 habitantes. En 2011, la región de Extremadura, donde viven 1,1 millones de personas, anunció que, gracias a factores climáticos favorables, había conseguido que toda la energía consumida el año anterior fuera limpia, aunque posteriormente no ha vuelto a lograrlo.