El Día Internacional Libre de las Bolsas de Plástico se celebra el 3 de julio con el objetivo de concienciar sobre el impacto negativo que tienen las bolsas de plástico en el medio ambiente y promover su reducción y uso responsable.

Sumario

 

Antecedentes de la celebración

 

El Día Internacional Libre de las Bolsas de Plástico se celebra desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en diciembre de 2017 una resolución que instaba a los países a tomar medidas para reducir el uso de estas. Desde ese momento, diversos países y organizaciones se han sumado a esta iniciativa, promoviendo alternativas sostenibles y fomentando la adopción de prácticas más responsables en el uso de bolsas.

De hecho, en febrero de 2022, los representantes de los 175 países participantes en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA por sus siglas en inglés), celebrada en Nairobi (Kenia), acordaron el primer tratado internacional jurídicamente vinculante contra la contaminación por plásticos Fin de la contaminación por plásticos: hacia un instrumento internacional jurídicamente vinculante.

Este acuerdo histórico supone que el Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) relativo a la contaminación por plásticos se comprometía a abordar las maneras de promover la producción y el consumo sostenibles del plástico mediante, entre otras medidas, el diseño de productos y la gestión ambientalmente racional de los desechos, incluso a través de enfoques de eficiencia de recursos y de economía circular.

 

Más de un billón de bolsas de plástico al año y 150 años para su degradación

 

Se calcula que una bolsa de plástico puede tardar más de 150 años en degradarse. Sin embargo, es importante destacar que la descomposición no significa que desaparezcan por completo, sino que se fragmentan en microplásticos que pueden persistir durante cientos de años.

En cuanto al número de bolsas de plástico que se consumen, es difícil proporcionar una cifra exacta debido a la gran cantidad de bolsas utilizadas en todo el mundo. Según estimaciones de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), se estima que se consumen alrededor de un billón de bolsas de plástico cada año a nivel global. No obstante, estas cifras pueden variar dependiendo de la región y el país.

 

Los plásticos suponen el 85% de la basura marina

 

La creciente contaminación causada por el uso excesivo de plásticos representa un serio desafío ambiental a nivel mundial, generando impactos negativos en el medio ambiente, la economía, la sociedad y la salud en el marco del desarrollo sostenible. Si no se toman medidas eficaces y necesarias para cambiar la situación actual, se espera que la cantidad de residuos plásticos que ingresan a los ecosistemas acuáticos aumente significativamente, pasando de alrededor de 9 a 14 millones de toneladas por año que se generaban en 2016, a una proyección de 23 a 37 millones de toneladas por año para el año 2040.

Según el informe del programa para el medioambiente de la ONU” De la contaminación a la solución: una evaluación global de la basura marina y la contaminación por plásticos” a pesar de las iniciativas y los esfuerzos actuales, se calcula que la cantidad de plásticos en los océanos es de entre 75 y 199 millones de toneladas, lo cual supone el 85% de la basura marina.

 

Hasta 34.000 millones de toneladas de plástico para 2050

 

Las fuentes principales de basura marina y plásticos son de origen terrestre. Gran parte de la producción acumulada de plástico entre 1950 y 2017, estimada en 9.200 millones de toneladas, se convirtió en desechos plásticos. Tres cuartas partes de estos desechos fueron depositados en vertederos, se convirtieron en corrientes de desechos mal gestionadas o se vertieron en el medio ambiente, incluyendo el mar.

Los microplásticos llegan al océano a través de la descomposición de artículos de plástico más grandes, lixiviados de vertederos, fangos de sistemas de tratamiento de aguas residuales, partículas aerotransportadas, escorrentía agrícola, desguace de buques y pérdidas accidentales de carga en el mar.

Eventos extremos como inundaciones y tormentas pueden llevar grandes cantidades de desechos desde zonas costeras y acumulaciones de basura en ríos, estuarios y costas hacia el océano. Dado que se espera que la producción acumulada de plástico entre 1950 y 2050 alcance los 34.000 millones de toneladas, es urgente reducir la producción mundial de plástico y las corrientes de desechos plásticos en el medio ambiente.

 

Letales para las especies marinas y dañinas para los seres humanos

 

Los plásticos causan daños letales en una amplia variedad de especies marinas. Además, afectan el ciclo del carbono y la capacidad de los ecosistemas costeros para combatir el cambio climático. A medida que los plásticos se descomponen, liberan microplásticos y sustancias tóxicas que contaminan el agua y los sedimentos, afectando a las cadenas alimentarias marinas.

Los microplásticos también pueden transportar organismos patógenos y causar cambios genéticos, inflamación y alteraciones en el comportamiento y el crecimiento de los organismos marinos. Esto pone en peligro su reproducción, supervivencia y el funcionamiento de los ecosistemas marinos.

La quema de desechos plásticos, la ingestión de mariscos contaminados y la exposición a sustancias químicas peligrosas asociadas a los plásticos representan riesgos para la salud humana. Los microplásticos pueden ingresar al cuerpo humano y suponen una amenaza para las comunidades costeras que dependen de los alimentos marinos. Además, los plásticos marinos afectan el bienestar de las personas al desalentar el disfrute de las playas y causar preocupación por la salud de las especies marinas carismáticas.

 

Pérdidas de más de 100.000 millones de dólares

 

La basura marina y la contaminación por plásticos representan una grave amenaza para las comunidades costeras, el transporte marítimo y las operaciones portuarias. Para el año 2040, se estima que las fugas de plástico en los océanos podrían generar un riesgo financiero anual de 100.000 millones de dólares para las empresas, si los gobiernos les exigen cubrir los costes de gestión de residuos de acuerdo con los volúmenes y capacidad de reciclaje previstos.

En comparación, el mercado mundial de plásticos tenía un valor aproximado de 580.000 millones de dólares en 2020, mientras que las pérdidas de capital natural marino se estima que alcanzan los 2,5 billones de dólares al año.

 

Creadas accidentalmente en 1933 y prohibidas por primera vez en 2002

 

Desde su creación accidental en 1933, las bolsas de plástico se han convertido en un producto omnipresente en todo el mundo. A lo largo de los años, han reemplazado rápidamente las bolsas de tela y papel debido a su conveniencia y precio económico. Sin embargo, su proliferación ha generado importantes desafíos ambientales.

En la década de 1970, las bolsas de plástico se expandieron globalmente y comenzaron a dominar el mercado, especialmente en Estados Unidos. A medida que su popularidad aumentaba, se descubrió que estas bolsas eran responsables de la muerte de tortugas marinas y de la acumulación de residuos plásticos en el océano, como la gran mancha de basura del Pacífico.

En respuesta a estos problemas, Bangladesh se convirtió en el primer país en prohibir las bolsas de plástico delgadas en 2002, seguido por otros países que implementaron medidas similares. En 2017, Kenya implementó una regulación estricta para prohibir las bolsas de plástico, y varios países, incluyendo Colombia, han adoptado impuestos o prohibiciones para reducir su uso.

El tema de la contaminación por plásticos se ha vuelto cada vez más relevante a nivel internacional. La Unión Europea implementó una directiva sobre plásticos de un solo uso en 2019, y China se comprometió en 2020 a fortalecer el control de la contaminación por plásticos.

Un hito importante ocurrió en 2022, cuando Estados Unidos acordó respaldar un tratado global para combatir la contaminación oceánica por plásticos, lo que sentó las bases para la cooperación y la acción internacional.