El Día Internacional de la Juventud 2025 se conmemora todos los años el 12 de agosto para llamar la atención de la comunidad internacional sobre los problemas de la juventud y para fomentar el potencial de los jóvenes en la sociedad actual. Este año la celebración adquiere mayor relevancia al coincidir con coincidir con el próximo 30º aniversario del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes y el lema se centra las acciones locales para conseguir alcanzar los ODS.

Sumario

 

La Asamblea General de la ONU proclamó en diciembre de 1999 mediante la resolución 50/120 que el 12 de agosto fuera declarado como el Día Internacional de la Juventud.

Los antecedentes de la celebración se remontan a 1965 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración sobre el fomento de ideales de paz, respeto mutuo y comprensión entre los jóvenes. Durante los años siguientes, se enfocaron en la participación, desarrollo y paz en la esfera juvenil. En 1979 se designó 1985 como el Año Internacional de la Juventud, que se repitió de nuevo en 2010.

También en 1985 en una nueva resolución se establecieron directrices para abordar las necesidades de subgrupos juveniles como los jóvenes con discapacidades, los jóvenes de las zonas rurales y urbanas y las mujeres jóvenes. En 2015 con la resolución 2250 del Consejo de Seguridad se produjo un hito sin precedentes al resaltar la importancia de involucrar a los jóvenes en la promoción de la paz y la lucha contra el extremismo.

 

Jóvenes y acciones locales por los ODS

 

El tema elegido para la conmemoración del 2025 es Acciones juveniles locales por los ODS y más allá que destaca el papel fundamental de los jóvenes a la hora de convertir las ambiciones globales en realidades impulsadas por la comunidad.

Este año, la celebración adquiere una dimensión especial, al coincidir con el 30º aniversario del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes, consolidando así una agenda orientada a la acción y la participación efectiva.

Más del 65 % de las metas de los ODS que quedan por cumplirse dependen de la gobernanza local, lo que hace de la participación juvenil una condición necesaria, no un lujo. En este contexto, los gobiernos locales y regionales emergen como aliados estratégicos.

Su cercanía con la ciudadanía los coloca en una posición privilegiada para fomentar entornos inclusivos, canalizar recursos y promover mecanismos que garanticen la participación de la juventud en los procesos de planificación y decisión. Integrar las prioridades juveniles en las políticas y fortalecer alianzas con organizaciones juveniles resulta clave para convertir sus ideas en soluciones concretas e innovadoras.

Las experiencias recientes demuestran que, al abrir espacios para la innovación y la participación cívica, los gobiernos locales no sólo aceleran el cumplimiento de los ODS, sino que también siembran el terreno para una nueva generación de líderes comunitarios.

A la par, el aniversario del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes refuerza el llamado a reconocer a este sector poblacional como motor de desarrollo sostenible y gobernanza participativa. Los debates de este año serán decisivos para orientar los preparativos de la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, prevista en Doha para noviembre.

Frente a la recta final hacia 2030, el mensaje es claro: invertir de manera real y sostenida en políticas y programas inclusivos resulta fundamental para empoderar a la juventud y acelerar la acción local en favor de los ODS. La juventud, hoy más que nunca, asume un rol central en la construcción de sociedades más justas y sostenibles.

 

La población juvenil más grande de la historia requiere tener su propia voz

 

El Informe Mundial de la Juventud de la UNESCO de 2020, ya estimaba que existían alrededor de 1.200 millones de jóvenes de 15 a 24 años, lo cual suponía el 16% de la población mundial. En la actualidad, según la ONU, la mitad de las personas en nuestro planeta tienen 30 años o menos, y se espera que representen el 57 % para fines de 2030.

Es importante que este gran colectivo tenga su propia voz para abordar los problemas que les afectan tanto a ellos como al resto de la sociedad. De hecho, según la ONU, más de dos tercios (69 %) de la población total cree que, si los jóvenes tuvieran más oportunidades y más voz en sus instituciones, los sistemas políticos mejorarían.

Y, sin embargo, en todo el mundo sólo el 2,6 % de los parlamentarios tienen menos de 30 años y menos del 1 % son mujeres. Las encuestas muestran que el 67 % de las personas creen en un futuro mejor y los jóvenes de 15 a 17 años son los más optimistas al respecto, por lo que es necesario fomentar su participación en labrar su propio futuro y el del resto de la sociedad.

 

Grandes desafíos para la juventud mundial

 

La juventud a nivel mundial se enfrenta a una serie de problemas diversos y complejos. Estos desafíos incluyen la falta de empleo adecuado, acceso limitado a educación de calidad, preocupaciones sobre la salud mental, desigualdades de género que limitan oportunidades, exposición a la violencia y conflictos, sensación de falta de voz en la toma de decisiones, creciente preocupación por el cambio climático, dificultades en temas de salud sexual y reproductiva, barreras en el acceso a atención médica, la realidad de la migración forzada, problemas relacionados con el uso de la tecnología, desconfianza hacia las instituciones gubernamentales y estructuras de poder, así como la persistencia de la pobreza y la exclusión social.

Estos desafíos no son uniformes en todas partes y afectan la calidad de vida y el desarrollo de los jóvenes. El futuro es incierto y es crucial abordar estos problemas de manera integral, involucrando a los jóvenes en la creación de soluciones y políticas que sean sensibles a sus necesidades y aspiraciones únicas.

 

La juventud, motor del cambio

 

Los jóvenes son considerados agentes de cambio debido a su energía, determinación y motivación para enfrentar desafíos y lograr cambios positivos. Su pensamiento innovador les permite proponer soluciones frescas y creativas a los problemas. Son expertos en tecnología -el 75 % de los jóvenes entre 15 y 24 años son usuarios habituales de internet según datos de la ONU- lo que les permite utilizar plataformas digitales para difundir mensajes y movilizar a otros.

Además, su participación activa en la sociedad y su compromiso con el cambio son cruciales para asegurar un futuro sostenible y próspero para las generaciones futuras.

 

El emprendimiento juvenil como vía para cumplir los objetivos de la agenda 2030

 

A medida que la población mundial de jóvenes aumenta, la ONU destaca que es necesario impulsar su función el emprendimiento social para abordar las necesidades económicas y sociales no satisfechas. El Informe Mundial sobre la Juventud: Emprendimiento Social Juvenil y la Agenda 2030 destaca que, aunque no es una solución única, el emprendimiento social juvenil puede empoderar a los jóvenes como agentes del cambio y contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible.

Su edad y sus habilidades tecnológicas les hacen especialmente aptos para el emprendimiento social, sin embargo, su éxito requiere un entorno favorable y educación en tecnología. Este informe ofrece recomendaciones específicas para establecer y mantener este ecosistema de emprendimiento juvenil tales como optimizar el entorno empresarial general, fortalecer la educación y formación empresarial, adaptar las redes de apoyo, garantizar el acceso a servicios y productos financieros, transformar los sistemas de innovación y cambiar la narrativa.

Todo ello debe desarrollarse, perfeccionarse, implementarse y evaluarse en colaboración con los jóvenes. Además, las políticas y las intervenciones deben basarse en evidencia a través de la recopilación y el análisis de datos relevantes que den respuesta a las verdaderas necesidades de los jóvenes y los impulsen hacia su plena capacidad como emprendedores sociales para lograr los objetivos de desarrollo sostenible.

En un mundo donde la tecnología está redefiniendo el progreso, los jóvenes están al frente de esta transformación, utilizando sus conocimientos y habilidades digitales para crear un futuro más sostenible para todos. Este Día Internacional de la Juventud es una oportunidad para reconocer y celebrar estas contribuciones esenciales.