Más de 200 organizaciones han enviado un posicionamiento al Gobierno en el que exigen que durante el próximo Consejo de Medio Ambiente de la UE, previsto para el 17 de marzo, España muestre un compromiso "inequívoco" contra la deforestación importada, dado que aseguran que este es el tercer país europeo con mayor responsabilidad en este problema.

 

Deforestación importada

 

La deforestación importada es aquella que se produce en terceros países para la producción de aceite de palma, soja, ganadería, café o cacao y estas organizaciones afirman que la UE es el segundo mayor responsable de este problema en los países tropicales.

"El compromiso del Gobierno español en la lucha contra la deforestación importada aún no está suficientemente claro", denuncian en su escrito Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace España, Mighty Earth, SEO/BirdLife, WWF y la Coordinadora de ONG de Desarrollo de España.

El colectivo ha remitido su documento de posición a los ministros de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Luis Planas a quienes piden que desempeñen un papel "fundamental" para mejorar la propuesta de reglamento actual que aborda la cuestión.

Las ONG denuncian que a medida que se acerca la fecha de negociar definitivamente el reglamento en el Parlamento Europeo y en el Consejo de la Unión Europea la industria está aumentando su presión. La cita de los ministros de Medio Ambiente de los Veintisiete se celebrará el 17 de marzo en Bruselas y hasta entonces el texto legislativo puede ser revisado y enmendado por los Estados miembro.

 

Acabar con la huella negativa de la economía de la UE

 

Así, han enviado también su posicionamiento a los miembros del Parlamento Europeo. En él valoran como un "avance fundamental en materia de gobernanza ambiental a nivel mundial" la propuesta de la Comisión Europea contra la deforestación.

A su juicio, se trata de una "gran oportunidad" para acabar con la huella negativa de la economía de la UE en las personas y en el planeta y también para contribuir a cumplir los compromisos relativos al clima, la biodiversidad y los derechos humanos.

Entre las novedades, la propuesta obliga a las empresas que vendan ciertas materias primas en la UE a rastrear su origen y demostrar que no están vinculadas a la destrucción o degradación de los bosques o violaciones de derechos humanos. Pero las ONG alertan de que el borrador actual tiene "relevantes deficiencias" que debilitan "sustancial e innecesariamente" su impacto real.

Por ello, confían en que estas deficiencias se resuelvan en el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE si tienen la "voluntad" para mejorarla y eliminar "ciertas ambigüedades" y reforzar determinados elementos esenciales de la propuesta.

 

Incluya ecosistemas distintos a los bosques

 

La declaración remitida a Ribera y Planas propone que se incluya ecosistemas distintos a los bosques, como son las sabanas y los humedales, que están siendo destruidos para abastecer a las industrias de la UE de materias primas y que son de gran importancia para la acción climática y la biodiversidad.

Del mismo modo, piden que el texto incluya algunos productos y materias primas relacionados y que también causan deforestación como, por ejemplo, el caucho, la viscosa, la caña de azúcar y el maíz y que el nuevo reglamento obligue a las empresas a cumplir con "todos los instrumentos internacionales" de protección a los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales y que, según las ONG "ahora sufren la violación de sus derechos por la industria que comercializa materias primas y productos en España".

 

La banca española ocupa la cuarta posición

 

Por otro lado, interpelan al Gobierno para que analice el impacto de las inversiones del sector financiero europeo en la deforestación y degradación de los ecosistemas porque aseguran que la banca española ocupa la cuarta posición en la financiación de actividades agroindustriales asociadas a la deforestación.

"La ciudadanía ha expresado en numerosas ocasiones que se opone a la deforestación. España, por su dependencia de la soja y el aceite de palma, tiene un papel clave para lograr que la UE disponga de una normativa ambiciosa que asegure una alimentación libre de deforestación y que respete los derechos de las comunidades locales que son quienes realmente protegen los ecosistemas", subrayan las ONG.