La migración siempre ha existido como una estrategia de adaptación al entorno cambiante. Pero el número de personas obligadas a migrar debido al cambio climático lleva aumentando drásticamente desde los años 1990. Es una doble injusticia: los países industrializados, que se enriquecieron a expensas de otros países, dañan la atmósfera con sus emisiones y condenan a los habitantes de las regiones más pobres a ser víctimas por segunda vez.
Recibe nuestro boletín
Lo más destacado de EcoAvant.com en tu correo electrónico