En la economía lineal actual extraemos, producimos, usamos y tiramos. Poner en marcha la economía circular significa cambiar la forma en la que diseñamos, producimos, usamos y desechamos los productos. Nuestros actuales residuos pueden y deben convertirse en "oro" sostenible, en nuevas materias primas, potenciando la sostenibilidad y el futuro del planeta del mañana. Además, eso es económicamente rentable: con el nuevo modelo se podrían ahorrar a las empresas europeas casi 555.000 millones de euros, reduciendo también nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.
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