El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha renovado el compromiso de España con la conservación de la Antártida, en el 30 aniversario de la firma del Protocolo de Madrid, y ha apoyado la designación de nuevas áreas protegidas en el continente austral así como de "todas las medidas de conservación necesarias para asegurar su supervivencia".

España está "firmemente comprometida" con sus socios europeos y otros países del Tratado Antártico para que se pueda avanzar en la designación de nuevas áreas marinas protegidas en el marco de la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos, que se va a celebrar en su reunión anual este mismo mes de octubre.

 

"Solo" el 5% del océano antártico está protegido

 

Sánchez ha afirmado la conservación de la Antártida es una responsabilidad compartida y confía en las áreas marinas protegidas como "una de las medidas más exitosas de conservación de la biodiversidad", porque limitan la actividad humana en el mar, mantienen las ecosistemas e incrementan la resiliencia de los océanos y juegan un papel importante en la conservación de las poblaciones de especies pesqueras, pero en estos momentos, según ha precisado "solo" el 5% del océano antártico está protegido.

"En la actualidad establecer nuevas áreas marinas por ejemplo en la Península Antártica, el mar de Weddel y el este antártico, es crucial para preservar la biodiversidad marina", ha subrayado.

Igualmente, ha destacado el "valor" del derecho internacional para proteger los bienes comunes así como el "gran trabajo" de basar la protección de la Antártida en un "virtuoso sistema" consultivo y e cooperación que cuenta con un Comité de Protección Ambiental que dirime "todos" los asuntos de los anexos del protocolo y aprueba normas de fuerza de ley.

 

El valor del derecho internacional

 

Ha advertido de las amenazas actuales que afronta la Antártida como son la pérdida de una biodiversidad "extremadamente rica, diversa" así como la emergencia climática que está provocando un acusado retroceso glaciar, el colapso parcial o completo de infraestructuras de hielo y una mayor precipitación en forma de lluvia en vez de nieve.

En definitiva, ha añadido que el Ártico y la Antártida son "las bóvedas del planeta" bajo las que se integra el clima los ecosistemas de la tierra y, por tanto, lo que ocurra allí en esas regiones extremas afecta a las restantes. "La emergencia climática es la gran crisis de nuestro tiempo y por eso tenemos que hacer una transición ecológica y energética y de la forma más justa e inclusiva posible", ha concluido.