La justicia de los Países Bajos ha emitido una condena en la que obliga a la petrolera anglo-holandesa Shell a reducir a la mitad –concretamente el 45%– sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) para el año 2030 ya que considera la “responsabilidad” de la compañía en relación a los derechos humanos y estima los planes de reducción de la compañía insuficientes para poder dar cumplimiento a la limitación del calentamiento global a 1,5 grados que se establece en el Acuerdo de París.

Esta sentencia tiene una especial relevancia y es histórica ya que se trata de la primera en vincular la responsabilizar una gran empresa de grandes combustibles fósiles con el cambio climático. La petrolera contamina tanto como como Rusia. La sentencia de la jueza neerlandesa Larisa Alwin, sostiene que aunque los Gobiernos son los que firman los tratados climáticos las empresas tienen una responsabilidad que asumir “al margen de lo que hacen los estados”, a lo que añade: “Incluso si los países hacen poco o nada, las compañías tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos”.

“Este es un punto de inflexión en la historia. Esta demanda es única porque es la primera vez que un tribunal obliga a una gran empresa contaminante a cumplir con el Acuerdo de París"

 

Un punto de inflexión en la historia

 

El abogado de la causa del caso contra la petrolera Shell, Roger Cox, opina que el alcance de la sentencia "tiene un efecto jurídico gigantesco porque afecta a todos los países donde actúa la compañía anglo-holandesa Shell. Le corresponde a la dirección de la empresa decidir cómo, pero la reducción de emisiones a la que está ahora obligada es global, no se limita a Holanda o a la Unión Europea sino a su volumen de CO2 en todo el mundo". El abogado Roger Cox también ha destacado que “este es un punto de inflexión en la historia. Esta demanda es única porque es la primera vez que un tribunal obliga a una gran empresa contaminante a cumplir con el Acuerdo de París. Esta sentencia tendrá consecuencias para otras grandes empresas contaminadoras”.

Shell fue demandada en 2019 en nombre de 17.000 ciudadanos por varias organizaciones ecologistas entre las que se encuentran Amigos de la Tierra Netherlands (Milieudefensie) junto con Greenpeace, ActionAid, Both ENDS, Fossielvrij NL, Jongeren Milieu Actief, Waddenvereniging.

“Este veredicto es una señal clara para la industria de los combustibles fósiles: es el momento de poner fin al carbón, al petróleo y al gas”

Según el director interino de Greenpeace Holanda, Andy Palmen, “este veredicto es una victoria histórica para el clima y para todos los que enfrentan las consecuencias de la crisis climática. Felicitaciones a Milieudefensie y a todos los demás demandantes”. A lo que añade: “Shell no puede seguir violando los derechos humanos y poner sus beneficios por encima del bienestar de las personas y del planeta”.

Según el directivo de la ONG ambientalista en Holanda, Andy Palmen, “este veredicto es una señal clara para la industria de los combustibles fósiles: es el momento de poner fin al carbón, al petróleo y al gas” que destaca que personas de todo el mundo exigen justicia climática en alusión a la contaminación provocada por las “corporaciones multinacionales”.

 

Entre las 10 empresas que más contaminan

 

Según Greenpeace, la petrolera Shell es un de las 10 empresas más contaminantes del mundo y la sentencia es trascendental para minimizar los riesgos de un cambio climático irreversible y catastrófico.

Esta sentencia significa que Shell debe cambiar ahora radicalmente de rumbo y reducir sus emisiones de CO2 en un 45% en 2030, en línea con la limitación del calentamiento global a 1,5 grados. Este límite es fundamental para minimizar los riesgos de un cambio climático.

A principios de febrero de este año otro tribunal neerlandés dictó sentencia en contra de la compañía Shell en la que se condenaba a la petrolera a pagar compensaciones a agricultores nigerianos a causa de los vertidos de crudo en el delta del Níger, en relación con dos vertidos en 2004 y 2005 que contaminaron una zona de un tamaño equivalente a 60 campos de fútbol. La compañía ha alegado en todo momento "que los vertidos de Oruma y Goi se debieron a un sabotaje".

Uno de los vertidos de la petrolera Shell en el Delta del Niger, Nigeria / Foto: EP Uno de los vertidos de la petrolera Shell en el Delta del Niger, Nigeria / Foto: EP

La organización Friends of the Earth reconocía, entonces, que representaba un "victoria por fin tras trece años de espera. El tribunal neerlandés ha ordenado a Shell pagar a los agricultoras en Nigeria por los daños causados por los vertidos de petróleo". 

Días más tarde a la sentencia de principios de año, también se conoció la decisión de la Corte Suprema de Reino Unido que abría la puerta a que ciudadanos de Níger pudieran demandar a la petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell en suelo británico; cosa que impedían dos sentencias previas hasta que la justicia británica las revocó. 

“La inacción ante el cambio climático es ilegal y no pueden seguir dejando la puerta abierta al gas y a las empresas de combustibles fósiles solo para que mantengan su negocio durante muchos años más mientras nos llevan a la debacle”

 

 

Un litigio contra el Gobierno español por inacción

 

Por otro lado, las ONG climáticas españolas aprovechan la ocasión para recordar que en España las organizaciones Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón iniciaron el pasado mes de septiembre un litigio contra el Gobierno español por inacción ante el cambio climático y que actualmente se encuentra en el Tribunal Supremo.

Por lo que esperan que la sentencia contra Shell sirva de mensaje al Ejecutivo español y al resto de Gobiernos en Europa: “La inacción ante el cambio climático es ilegal y no pueden seguir dejando la puerta abierta al gas y a las empresas de combustibles fósiles solo para que mantengan su negocio durante muchos años más mientras nos llevan a la debacle” tal como destaca Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.

Nuño también asegura que "mientras el Gobierno de España siga sin reducir las emisiones de CO2 de acuerdo con las recomendaciones científicas, para limitar el aumento de la temperatura global en 1,5 ºC como máximo, seguiremos acudiendo a los tribunales”.