La Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (Cram) ha detectado plástico a nivel macroscópico en el 89,7% de las muestras analizadas de heces y contenido digestivo de las 90 tortugas bobas que atendió en 2021, ha informado en un comunicado este martes.

Respecto a las muestras de heces, se han analizado un total de 52 y en el 90,4% de ellas han aparecido restos de plástico, siendo el más habitual el tipo lámina (33%), seguido de fragmentos plásticos (14%) y de plástico tipo foam (7%).

 

Más susceptibles a amenazas

 

De las seis necropsias que han realizado a tortugas marinas en el último año, han hallado restos plásticos en cinco de ellas aunque han aclarado que el cúmulo de plásticos en el tracto digestivo no fue la causa de la muerte de estos individuos.

Sin embargo, en varios casos sí se produjo enteritis severa, lo que produce dolor, anorexia y compromete inmunológicamente al animal y puede ser la causa de que sean más susceptibles a amenazas como ser capturadas accidentalmente por arrastre, entre otras.

Desde el Cram han advertido de que, en el caso de encontrar un animal enredado, es fundamental llamar inmediatamente al 112 para procurar una asistencia veterinaria que aumente las posibilidades de recuperación del animal y no retirar el material causante del enmalle.