Una investigación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) muestra la prevalencia entre médicos que trabajan en España del llamado síndrome de desgaste profesional o burnout, un trastorno derivado del estrés crónico que las personas pueden sufrir en su trabajo.

Se caracteriza por tres síntomas o dimensiones principales: cansancio emocional, que genera agotamiento ante exigencias laborales; despersonalización, que provoca distanciamiento en el trato e incluso rechazo hacia las personas del ámbito laboral; y falta de realización personal, que forja una actitud negativa, acompañada de irritabilidad, baja productividad y escasa autoestima.

El burnout, un trastorno derivado del estrés crónico, se caracteriza por cansancio emocional, despersonalización y falta de realización personal

En el caso de los profesionales sanitarios, se trata de una población con especial riesgo de padecer burnout, por el tipo de trabajo y la implicación emocional que requiere. Eso sí, las consecuencias no se limitan a la salud de los trabajadores y trabajadoras, sino que también pueden afectar a la calidad de la atención sanitaria prestada y al funcionamiento de la organización laboral.

Las conclusiones del trabajo, realizado mediante un metaanálisis de 67 estudios observacionales en los que habían participado más de 16.000 médicos, señalan que uno de cada cuatro médicos lo sufre. Estos resultados se publican en la revista Gaceta Sanitaria (1) (2).

“Pese a la enorme cantidad de estudios publicados sobre burnout en Medicina, hasta ahora no se habían realizado investigaciones que sintetizaran sistemáticamente todo el conocimiento disponible para determinar su prevalencia en médicos que desarrollan su actividad profesional en el Sistema Nacional de Salud español”, explican los autores.

 

Datos del desgaste en España

 

Las conclusiones arrojan una prevalencia de desgaste profesional del 24 % en profesionales médicos. También se observó que los porcentajes de burnout pueden diferir según el número de dimensiones clínicas utilizadas para diagnosticar este síndrome.

Por ejemplo, al analizar los estudios que utilizan las tres dimensiones para el diagnóstico, el porcentaje se sitúa en un 18 %. Los artículos que contabilizan dos de las tres dimensiones elevan la prevalencia al 29 %, y los que solo refieren una única dimensión, la cuantifican en el 51 %.

Las consecuencias de este desgaste en médicos también pueden afectar a la calidad de la atención sanitaria prestada y al funcionamiento de la organización laboral

La investigación también ha detallado el ámbito de trabajo, la categoría profesional, la especialidad médica ejercida y el momento de realización del estudio con respecto al inicio de la pandemia de covid-19. No se han observado cambios estadísticamente significativos en las prevalencias de burnout según estas variables.

Los autores señalan que este trabajo confirma “una alta prevalencia del síndrome de burnout en médicos que trabajan en España”, y apuntan que estos resultados “pueden contribuir al diseño de futuros estudios que aporten conocimiento en torno al burnout en profesionales médicos”. Además, recomiendan continuar con “estrategias para prevenir y mitigar esta situación”.

 

Cómo mejorar el ‘burnout’

 

Entre las medidas que podrían ayudar a combatir este desgaste están los cambios en los patrones laborales, con más descansos, evitar trabajo fuera del horario laboral y conciliación con la vida personal; el desarrollo de herramientas de gestión emocional; el fomento del soporte social por parte de compañeros de trabajo, familia y amigos, y la diversificación laboral con posibilidad de realizar diferentes tareas.

Entre las medidas para combatir el desgaste están el evitar el trabajo fuera del horario laboral y la conciliación con la vida personal

También hay que tener en cuenta el origen del burnout y el tipo de profesional al que afecta; por ejemplo, en la atención primaria suele relacionarse más con el trato a los pacientes, y en la residencia, con las características propias de esta etapa formativa.

El estudio se ha publicado junto con un editorial escrito por Vicente Ortún, economista de la salud y profesor emérito de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, en el que reconoce que “el burnout en profesionales sanitarios es un epifenómeno de la organización sanitaria. Se trataría de cambiarla para que no se convierta en una fábrica de agotamiento y desgaste profesional”, concluye.

Referencias