El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) ha avisado sobre el "grave problema de salud pública" que está provocando el cambio climático, ya que está afectando a los ecosistemas, sectores económicos y al bienestar humano.

Con motivo de la celebración del Día Internacional contra el Cambio Climático, este sábado 24 de octubre, la organización ha aludido a una declaración aprobada el año pasado en su asamblea general en la que se hacía hincapié en que la profesión médica tiene la obligación de trabajar con las instituciones sanitarias y las administraciones con el objetivo de adoptar políticas sobre el clima, instar a cambios en los estilos de vida, tratar de crear conciencia profesional y pública sobre la importancia del medio ambiente, fomentar la formación médica en medio ambiente y salud pública y la educación para la salud, pedir mejorar investigación en cambio climático, y ser modelos a imitar en su esfuerzo para disminuir las emisiones de carbono, en línea con los Objetivos Desarrollo Sostenible (ODS 2030).

Además, el CGCOM hacía un llamamiento a la comunidad sanitaria nacional e internacional a unirse a la movilización, promover la toma de conciencia profesional y sensibilizar a todos los niveles acerca de los riesgos del cambio climático dada su emergencia. "Los médicos, sus organizaciones profesionales y todo el sector de la salud deben comprometerse en la lucha contra el cambio climático e introducir nuevos valores y una dimensión ética para afrontar el problema. Solicitamos a las autoridades académicas que se establecieran en los programas educativos formación específica en salud medioambiental", señalaba el texto.

Nuevos valores y una dimensión ética

 

Sobre este tema, el presidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, Pedro Cabrera, por parte de la corporación en esta problemática, ha explicado que las corporaciones colegiales están obligadas a hacer acciones continuadas enfocadas a los profesionales, a la sociedad y a las instituciones sanitarias. Además, ha informado de que el plan de su corporación provincial es extrapolable al resto de colegios y CGCOM y debe enfocarse hacia tres ejes de ataque.

"Lo primero que debemos hacer es mirar hacia adentro, en la propia institución, determinando la huella de carbono, porque es la unidad de medida de la agresión medioambiental, para después establecer un compromiso de años para tratar de reducirla hasta que llegue a cero, a través del uso de energías renovables o eliminando el uso de plástico", ha argumentado, para destacar la necesidad de que el segundo eje de acción se oriente hacia la sociedad, exponiendo las repercusiones del cambio climático en la salud humana.

Actualmente con el contexto de la pandemia Covid-19, prosigue, la población ya es consciente de lo grave que puede resultar una enfermedad vírica" y algunas enfermedades ya han llegado como la fiebre del Nilo en Andalucía, que se ha cobrado algunas vidas. "También hay estudios que demuestran que los pacientes crónicos, cardiacos y pulmonares tienen picos de mortalidad con las olas de calor, por estos motivos, los colegios de médicos tenemos la obligación de promover actos para concienciar de este problema a la ciudadanía", ha apuntado.

Y el tercer eje, a su juicio, debe de mirar hacia la profesión, porque no es consciente de lo poderoso que puede llegar a resultar el consejo médico. "Si se aconsejara el consumo de alimentos frescos, de temporada o de proximidad, se podría bajar considerablemente la huella de carbono, por ejemplo", ha dicho, para zanjar abogando por la utilización del 'medicamento verde'. "La actividad médica produce cada día millones de residuos de plástico y lo mismo sucede con la contaminación de los aerosoles y medicamentos inhalados, compuestos de elementos muy tóxicos", ha concluido.