Un equipo internacional, dirigido por la Universidad de Adelaida, ha proporcionado la primera descripción anatómica del clítoris de la serpiente hembra, en un estudio pionero en su género.

 

Los genitales femeninos se pasan por alto

 

"En todo el reino animal, los genitales femeninos se pasan por alto en comparación con los masculinos", afirma en un comunicado Megan Folwell, doctoranda de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Adelaida, dirigió la investigación. "Nuestro estudio refuta la antigua suposición de que el clítoris (hemiclitores) está ausente o no es funcional en las serpientes".

En la investigación se examinaron los genitales femeninos de especímenes de serpientes adultas de nueve especies, en comparación con los genitales de serpientes macho adultas y juveniles.

La profesora asociada Kate Sanders, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Adelaida, declaró: "Descubrimos que el hemiclítoris de las serpientes, con forma de corazón, está compuesto de nervios y glóbulos rojos que se asemejan al tejido eréctil, lo que sugiere que puede hincharse y estimularse durante el apareamiento. Esto es importante porque se suele pensar que el apareamiento de las serpientes implica la coacción de la hembra, no la seducción".

 

Ecología de reptiles

 

"A través de nuestra investigación hemos desarrollado descripciones y etiquetas anatómicas adecuadas de los genitales femeninos de las serpientes. Podemos aplicar nuestros hallazgos para comprender mejor la sistemática, la evolución reproductiva y la ecología de reptiles similares a las serpientes, como los lagartos."

El estudio se ha publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B(1) .

 

Los genitales femeninos de todas las especies siguen siendo tabú

 

"Estamos orgullosos de contribuir a esta investigación, sobre todo porque, por desgracia, los genitales femeninos de todas las especies siguen siendo tabú", declaró Folwell.

Sanders añadió que la investigación no habría sido posible sin la nueva perspectiva de Folwell sobre la evolución de los genitales.

"Este descubrimiento demuestra que la ciencia necesita pensadores con ideas diversas para avanzar", afirmó.

Entre las serpientes estudiadas figuran la Acanthophis antarcticus (también conocida como víbora de la muerte), la Pseudechis colleti, la Pseudechis weigeli y la Pseudonaja ingrami (nativas de distintas partes de Australia), la Agkistrodon bilineatus (nativa de México y América Central hasta Honduras), Bitis arietans (nativa de las regiones semiáridas de África y Arabia), Helicops polylepis (de la Estación Biológica Madre Selva, Perú), Lampropeltis abnormal (de Los Brisas del Mogotón, Nicaragua), y Morelia spilota (nativa de Australia, Nueva Guinea, Archipiélago de Bismarck, y el norte de las Islas Salomón.

Referencias