Un informe de la ONG Fauna & Flora International advierte de la afectación de los vertidos de pélets y microplásticos a los ecosistemas, también los marinos, y de cómo estos pueden dañar a la alimentación de los animales, al confundirlos con comida, e incluso de los humanos.

Este documento elaborado en septiembre de 2022, que cuenta con un prólogo redactado por el enviado especial de la ONU para los Océanos, Peter Thompson, busca dar a conocer los problemas que causan estos vertidos e intentar ser una referencia para los gestores públicos cuando ocurra uno de estos episodios.

El informe, como tantos otros elaborados a nivel internacional en los últimos años, parte del vertido de pélets generado por el buque 'X-Press Pearl' en mayo de 2021 frente a las costas de Sri Lanka, en el Océano Índico. Perdió unas 1.680 toneladas de este material, una cifra muy superior a las 26,2 toneladas de pélets que viajaban en uno de los contenedores caídos del carguero 'Toconao' el pasado 8 de diciembre frente a las costas portuguesas.

Se estima que unas 14 millones de toneladas de microplásticos contaminan el lecho marino

El trabajo alerta de que "todas las especies marinas han entrado en contacto con la contaminación por microplásticos" y en el 90 por ciento tuvieron un impacto negativo. De hecho, se estima que unas 14 millones de toneladas de microplásticos contaminan el lecho marino.

 

 

Incluso el zooplancton confunde los microlplásticos con comida

 

En estas especies impacta desde el primer escalón de la cadena alimentaria, ya que incluso el zooplancton confunde los microlplásticos con comida. En cuanto a los pélets, el documento de Flora & Fauna International señala que hay animales --aves, tortugas marinas y focas, entre otros-- que los comen por su parecido a los huevos de peces.

Los pélets actúan como una esponja, absorbiendo y acumulando bacterias y contaminantes que persisten en el mar.

Cuando entran en contacto con --o son comidos por-- los animales marinos, las toxinas, productos químicos y bacterias pueden potencialmente transferirse al animal

"Los pélets son inherentemente peligrosos debido a los aditivos tóxicos que contienen. También actúan como una esponja, absorbiendo y acumulando bacterias y contaminantes que persisten en el mar. Cuando los pélets entran en contacto con --o son comidos por-- los animales marinos, las toxinas, productos químicos y bacterias pueden potencialmente transferirse al animal", añade el informe.

En cuanto al impacto que tienen sobre el cuerpo humano, Flora & Fauna International avisa de que la exposición a los microplásticos --por diversos métodos, no solo por la ingesta de productos marinos-- pueden alterar las bacterias que mantienen el sistema digestivo, lo que afecta a la absorción de nutrientes e, incluso, aumentan el riesgo de desarrollar un cáncer. Además, ya hay estudios que han detectado microplásticos en la sangre y en pulmones de personas.

 

Regular el transporte marítimo de pélets

 

El transporte marítimo de toneladas de pélets almacenados en contenedores es el principal método a través del cual viaja este material por todo el mundo. El gran volumen de las mercancías hace "incrementar el riesgo" de contaminación del medio marino, sobre todo cuando los contenedores se caen, se dañan o se abren por no estar bien sellados.

Además, la mayoría de iniciativas y tratados internacionales en torno a los plásticos se centran, principalmente, en prevenir los vertidos de pélets durante su fabricación o transporte en tierra, no tanto en el mar.

El desastre del 'X-Press Pearl', con más de 1.680 toneladas de estas microbolas de plástico vertidas al mar en 2021, fue el suceso de este tipo más grande de los últimos años. No obstante, hubo varios en la década inmediatamente anterior, con cantidades de pérdidas que oscilan entre las 11 y las 150 toneladas. Entre todos ellos, Flora & Fauna International estima que se vertieron, al menos, un trillón de estas bolas plásticas al mar desde 2011.

Pese a las normas ya redactadas por la Organización Marítima Internacional, no hay legislación internacional que recomiende ni fije la manera en la que los pélets deben ir a bordo de los buques cargueros

A esta cronología se puede añadir la pérdida de 26,2 toneladas del Toconao, buque alquilado por la danesa Maersk que perdió hasta seis contenedores cerca de Portugal en diciembre de 2023. Las bolas plásticas llegaron a las costas gallegas durante las semanas posteriores.

La ONG critica en su informe que, pese a las normas ya redactadas por la Organización Marítima Internacional (OMI o IMO, por sus siglas en inglés), no hay legislación internacional que recomiende ni fije la manera en la que los pélets deben ir a bordo de los buques cargueros.

Flora & Fauna International sugiere que "urgentemente" se regule la cadena de suministro, un extremo en el que insta a actuar a las administraciones públicas. Y es que los "esfuerzos voluntarios" a través de convenios y autorregulaciones no se han observado eficaces para ello.

Por todo ello, este informe sugiere a los gobiernos que no se demoren en "dar un paso al frente" tanto en la legislación interna como en la internacional, a través de las negociaciones en la OMI. En este contexto, considera que el Tratado Global de Plásticos que se sigue negociando a nivel internacional ofrece una "oportunidad" para frenar estos vertidos al mar.