La población de vencejos ha disminuido un 20 por ciento en los últimos 20 años en España y su decrecimiento es inversamente proporcional al aumento de las colonias de gatos asilvestrados, que cazan de manera habitual a estas aves, según datos de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) que pide a los ciudadanos no alimentar de forma descontrolada a los gatos callejeros.

La entidad recuerda que los vencejos actúan como depredador natural de mosquitos peligrosos para la salud, como el Aedes albopictus, conocido como mosquito tigre y que puede transmitir graves enfermedades como el virus del zika, el dengue o el Chikungunya, entre otras, que no dejan de aumentar en España.

Además, advierten de que los gatos asilvestrados pueden transmitir enfermedades como la toxoplasmosis, rabia o tiña, entre otras. Solo una pareja de vencejos es capaz de comerse hasta 500.000 mosquitos en una temporada.

La directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta, ha señalado que el número de colonias de gatos callejeros se ha visto incrementado "de manera abismal en los últimos años, en gran medida debido al alimento que ciudadanos, no autorizados, les ofrecen".

Así, ANECPLA alerta de que un "simple gesto en apariencia inocente", sin embargo puede llegar a traer consigo "importantes y peligrosas consecuencias a nivel global".

La organización se refiere también a un informa de la organización conservacionista SEO/BirdLife que insiste en la necesidad de controlar la presencia de gatos asilvestrados y vagabundos, especialmente en las grandes ciudades, debido al peligro que suponen para la avifauna autóctona, así como para el bienestar y la salud públicas.

Cien millones de aves devoradas al año

En este informe se expone también que, solamente en Canadá, los gatos domésticos y ejemplares asilvestrados matan a más de 100 millones de aves, muchas de ellas nativas, reduciendo, abismalmente, el número de individuos.

De la misma forma, en España, esta situación se está convirtiendo en un problema de primer orden ya que estos depredadores se alimentan de aves como el gorrión o el vencejo que, a su vez, se alimentan de insectos y evitan la saturación de plagas tan perjudiciales como la del mosquito tigre.

Igualmente, destaca que si se toman medidas necesarias de control y gestión, las colonias de gatos salvajes pueden disminuir su presencia en un 45 por ciento. Fernández de Lezeta insiste a las administraciones públicas en que es "importante" atajar este problema porque, según alerta, "de lo contrario la situación puede llegar a agravarse considerablemente a muchos niveles".

"Es importante que la ciudadanía se conciencie de los perjuicios que trae consigo un acto tan aparentemente inocente como dar de comer a los gatos callejeros. Alimentar a gatos callejeros ayuda a su proliferación y reproducción", explica.

La entidad añade a las numerosas enfermedades que pueden transmitir también los animales que acuden después a comer los restos de la comida que se dejan los gatos y que suponen una fuente alimenticia también para otras especies que provocan plagas como las ratas, las cucarachas y las hormigas, que son también "vectores igualmente de multitud de enfermedades e infecciones".

El vencejo común es quizá el ave más dotada para el vuelo, ya que pasa diez meses del año sin tocar tierra. Duerme en el aire y solo se posa en el nido durante la época de reproducción, para alimentar a sus crías. Es en ese momento cuanto los gatos asilvestrados aprovechan para lanzarse sobre ellos buscando alimento, reduciendo de forma acelerada su existencia.

En definitiva, ANECPLA recomienda a los ciudadanos evitar dar de comer a estas colonias sin autorización, un gesto con el que se puede aumentar la calidad de vida de los ciudadanos y recuerda también que existen gestoras avaladas por Ayuntamientos de muchas localidades autorizadas para alimentar a estos gatos callejeros.

"Es prioritario promover entre la población un mejor conocimiento de este sector cada vez más profesionalizado y capacitado para realizar controles exhaustivos sobre cualquier tipo de plaga urbana así cómo encontrar la solución idónea para resolver el problema con los menos perjuicios posibles", concluye Fernández de Lezeta.