Un estudio único realizado por investigadores suecos ha analizado en detalle cómo los subsidios agrícolas de la UE fluyen hacia el nivel local y ha revelado que la mayoría de los pagos se destinan a las regiones que causan el mayor daño medioambiental y a los agricultores que menos necesitan ayuda a la renta, según publican en la revista One Earth.

Los nuevos datos muestran que la mayoría de los pagos de ayuda a la renta se destinan a regiones de agricultura intensiva que ya superan la media de la renta de la UE, mientras que las regiones agrícolas respetuosas con el clima y biodiversas, así como las regiones más pobres, no cuentan con la financiación suficiente.

La Política Agrícola Común (PAC) es la partida presupuestaria más importante de la UE, con un promedio de 54.000 millones de euros anuales. Más del 80% de los pagos se destinan solo al 20% de los agricultores pero, según destacan los autores, no se comprende bien hasta qué punto estos pagos apoyan los objetivos de la política, debido a la falta de transparencia y la complejidad de los informes.

"Nuestro análisis muestra que al menos 24.000 millones de euros al año se destinan a ayudas a la renta en las regiones más ricas, mientras que las regiones más pobres con más empleos agrícolas se están quedando más atrás. Ese dinero malgastado cubriría con creces los 20.000 millones de euros al año necesarios para cumplir con la Estrategia de Biodiversidad de la UE", dice Kimberly Nicholas, autora del estudio del Centro de Estudios de Sostenibilidad de la Universidad de Lund (LUCSUS) en Suecia.

Los investigadores crearon una base de datos única que mapea la ubicación geográfica y el propósito de los pagos de la PAC, por primera vez. Incluye pagos individuales a todos los agricultores de la UE desde 2015. Este desglose detallado permitió analizar y rastrear cómo se gasta el dinero de la PAC en sus nueve objetivos modernos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Regiones que causan el mayor daño medioambiental y a los agricultores que menos necesitan

 

"Al revelar la concentración extrema de pagos en regiones relativamente ricas, esperamos que este estudio pueda catalizar un cambio radical en la distribución de la financiación de la PAC hacia el apoyo a los ingresos basado en las necesidades y el desarrollo sostenible", señala Mark Brady, economista de la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia y de la Universidad de Lund.

"Mostramos negro sobre blanco que el gasto actual está agravando la desigualdad de ingresos entre los agricultores, en lugar de reducirla, y que los pagos destinados a apoyar el desarrollo rural se destinan a áreas urbanas como Londres. Los pagos actuales apoyan principalmente a las regiones agrícolas que causan la mayor contaminación climática, con la agricultura menos respetuosa con la biodiversidad y la menor cantidad de trabajos agrícolas".

Dado que la PAC se encuentra actualmente en proceso de reforma, los investigadores creen que sus resultados son oportunos, ya que existe la oportunidad de reasignar fondos para hacer frente a los enormes desafíos sociales y ambientales que se ponen de relieve en los objetivos de política existentes, así como para crear un sistema alimentario más sostenible y sociedades rurales más dinámicas.

"En este momento, las regiones agrícolas con las mayores emisiones de gases de efecto invernadero de la producción ganadera intensiva están recibiendo pagos para contaminar -señala Kimberly Nicholas-. Los pagos agrícolas deben basarse en las necesidades y los resultados para garantizar beneficios sociales y ambientales. La UE tiene la obligación de armonizar la información sobre el gasto de la PAC datos, rastreados utilizando indicadores más relevantes, para garantizar que el gasto público realmente proporcione beneficios públicos".