SEO/BirdLife y WWF han reclamado que la nueva Política Agrícola Común (PAC) garantice la viabilidad a las explotaciones con mayor valor socioambiental, que sea justa y verde y que no renuncie a la ambición ambiental y climática.

Así, consideran que la futura PAC no puede dar la espalda al Pacto Verde Europeo y, en ese sentido, piden que sus objetivos se alineen con las estrategias De la granja a la mesa y Biodiversidad para 2030.

Este mes de mayo los Veintisiete debatirán sobre la PAC para los próximos siete años y por ello SEO/BirdLife y WWF proponen al Gobierno de España y a las comunidades autónomas que la nueva política agrícola permita una transición agroecológica y una recuperación verde y justa en el mundo rural.

Para el director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, es necesaria una nueva PAC con un "pago básico" que garantice el apoyo a la renta a las explotaciones de mayor valor socio ambiental, como las situadas en Natura 2000, en producción ecológica y las dedicadas a la agricultura y ganadería de alto valor natural.

 

Eliminar los derechos históricos

 

"Necesitamos un modelo justo que reconozca la labor de todos los rebaños que pastan en nuestros campos, o de los elementos del paisaje que sirven de refugio a la fauna que, como aliada natural, nos ayuda a controlar plagas. Para ello, es requisito imprescindible eliminar los derechos históricos y seguir avanzando en la aplicación de la convergencia interna real de las ayudas", ha defendido.

Por su parte, la coordinadora de Programas de Conservación de SEO/BirdLife, Ana Carricondo, estima necesario que en la nueva PAC se programen medidas agroambientales para retos ambientales transversales, como la coexistencia con grandes carnívoros y el apoyo a la trashumancia, y se garantice que se aplican las medidas de gestión agraria necesarias para alcanzar los objetivos de conservación de los espacios Natura 2000 en todas las comunidades autónomas.

 

Beneficios para la biodiversidad y la salud

 

Asimismo, señala la importancia de identificar y eliminar los efectos perversos de algunos subsidios que suponen intensificar el modelo productivo más allá de la capacidad de la naturaleza, como las inversiones destinadas a la modernización agraria, que con demasiada frecuencia generan impactos negativos sobre la biodiversidad, el suelo y el agua, elementos esenciales para el futuro de la agricultura, además de para la salud de las personas.

Por último, estiman que los ecoesquemas deberán fomentar también las cubiertas vegetales vivas en leñosos para frenar la erosión y desertificación del suelo y apoyar las prácticas que benefician la biodiversidad y el paisaje.

Al mismo tiempo, incide en que no se debe olvidar el mantenimiento de las fincas certificadas en producción ecológica, que sería una nueva medida a programar. Por último, alertan de que "en ningún caso" la nueva PAC podrá financiar prácticas que abusan de los recursos naturales y contaminan, de forma que ponen en riesgo la capacidad para producir alimentos sanos y de calidad.