Durante los últimos siete años de crisis económica y social, la agenda ecológica ha quedado relegada a un segundo plano. La mayoría de los movimientos sociales que han ido surgiendo como respuesta a la erosión del Estado del Bienestar han pasado de largo por la destrucción de nuestro entorno al centrarse en cuestiones que, a priori, pueden parecer más urgentes. Pero la crisis en la cual seguimos inmersos también es medioambiental.
“El medio ambiente es una de las principales víctimas de la crisis y es la ciudadanía quien sufre las consecuencias", afirmó María José Caballero, directora de Campañas de Greenpeace, en la presentación del informe Radiografía social del medio ambiente en España, un estudio que detalla los problemas ambientales en nuestro país mediante un recorrido por las diferentes comunidades autónomas que no olvida analizar también sus consecuencias sociales. En total, identifica más de 400 puntos negros.
Las autonomías que presentan un mejor balance son La Rioja, Navarra y Madrid
Todas las comunidades autónomas muestran un índice de calidad ambiental medio-bajo, tras la valoración de factores como la agricultura, la calidad del aire, las costas, la pesca, la energía y el cambio climático, la protección y gestión del territorio, y los residuos. Las comunidades con una mejor situación ambiental son La Rioja, Navarra y la Comunidad de Madrid, seguidas en este orden de Extremadura, Castilla y León, Galicia, Andalucía, Cataluña, Baleares, Murcia, Canarias, Castilla-La Mancha, Asturias y Euskadi. En la cola aparecen la Comunidad Valenciana, Cantabria y Aragón.
“En todas las comunidades existe, sin duda, un gran margen de mejora medioambiental”, comenta Julio Barea, responsable del informe, quien añade: “Junto al Gobierno central, las comunidades autónomas tienen una gran responsabilidad en la situación en la que se encuentra el medio ambiente en su territorio. Es fundamental que hagan políticas para la ciudadanía y el entorno natural y dejen de hacerlas de espaldas a ellos”, sentencia.
El Gobierno del Partido Popular ha lanzado una dura ofensiva contra el medio ambiente durante la actual legislatura, con la promulgación de leyes como la de Costas y la de Parques Nacionales y la modificación de la de Montes, así como con la adjudicación de permisos para desarrollar proyectos de prospecciones petrolíferas y fracking (fractura hidráulica) a pesar de la oposición de gran parte de la población de las zonas afectadas.
“Es necesario que los dirigentes políticos reviertan la situación y apuesten por modelos económicos y sociales respetuosos con el medio ambiente, porque las evidencias demuestran que lo contrario tiene graves consecuencias para la ciudadanía”, exigió Caballero.
Muertes prematuras
Porque el problema del medio ambiente, la “víctima olvidada de la crisis”, engloba a muchos más perjudicados. Diversas investigaciones asocian muertes prematuras a las centrales térmicas de carbón y a los altos niveles de contaminación que sufren las grandes urbes, consecuencias que se perpetúan ante la falta de adopción de medidas eficaces por parte de la clase política. “En Madrid mueren cada año 2.000 personas de forma prematura debido a la contaminación", denuncia Barea, quien también considera preocupante la situación de Barcelona.La política energética española, dictada por los intereses de la industria, conlleva también que miles de familias no cuenten con medios económicos para atender las facturas de la electricidad, el gas u otros combustibles. Es la llamada pobreza energética. España es el cuarto país europeo con más afectados. “Greenpeace considera intolerable que en torno al 17% de los hogares en España (más de siete millones de personas) sufran pobreza energética mientras las empresas del sector obtienen ingresos millonarios gracias a una política del Ministerio de Industria hecha a medida”, critica la organización.
Los vínculos entre corrupción, despilfarro de dinero e infraestructuras inútiles son más que patentes. Escándalos urbanísticos como los casos Malaya o Novo Carthago se registran sobre todo en la costa, pero también en el interior. Solo en 2011 se iniciaron 1.754 procesos judiciales relacionados con supuestos actos ilegales de ordenación del territorio y planificación urbana y se dictaron 408 condenas, según datos proporcionados por la organización ecologista. Otro sector lucrativo generador de este tipo de situaciones delictivas es el de la gestión de residuos.
En 2011 se abrieron 1.754 procesos judiciales y se dictaron 408 condenas
Grandes infraestructuras como el aeropuerto de Ciudad Real, que no recibe vuelo alguno, y las costosas autopistas de peaje por las que apenas circulan coches han causado, además de incalculables pérdidas económicas, grandes impactos medioambientales, por no hablar del almacén de gas Castor, cuya nefasta gestión pagaremos los consumidores de gas natural con 1.350 millones de euros durante las próximas tres décadas.
Frente a tan gris panorama, mientras la clase política –con contadas excepciones– juega a disputarse las sillas pensando en las puertas giratorias que se le abrirán más tarde –la propia ministra de agricultura, Isabel García Tejerina, era directora de Planificación en Fertiberia–, se han multiplicado las movilizaciones ciudadanas en defensa del medio ambiente: protestas contra el fracking, el almacén Castor y las prospecciones petrolíferas son algunos de los ejemplos más conocidos, que algunos políticos, normalmente en la oposición, también han secundado.
No todo son malas noticias. El informe de Greenpeace también destaca 214 ejemplos positivos a seguir en la senda de la conservación del medio ambiente como el sistema de recogida de residuos puerta a puerta en municipios de Euskadi, Navarra y Cataluña; modelos energéticos 100% renovables como el de la isla canaria de El Hierro; localidades que se han declarado libres de transgénicos; iniciativas para facilitar el autoconsumo energético y modelos empresariales verdes que generan miles de puestos de trabajo como, por ejemplo, los relacionados con las energías renovables o la pesca sostenible. Por lo que hay esperanza.
Comentarios