Ferran Adrià, considerado durante largos años el mejor cocinero del mundo, se ve inmerso en una polémica que enfrenta a un número creciente de ciudadanos y colectivos sociales. El motivo es el proyecto de ampliación de El Bulli, su mítico restaurante, ubicado en el Parque Natural del Cap de Creus, en el punto más oriental de la península Ibérica.

El laureado establecimiento, que domina la aislada y no urbanizada Cala Montjoi de Roses (Girona), cerró sus puertas al público en 2011, para posteriormente reconvertirse en El Bulli Foundation, que preside el propio Adrià.

La fundación pretende ampliar en 3.123 metros cuadrados el actual inmueble, –que ocupa unos 1.000– para dedicarlos a un taller internacional de investigación gastronómica y un museo.

La ley indica que sólo se puede incorporar un 20% más de superficie edificada, pero la intervención que planea el empresario y chef supone una ampliación del 300%. Incluye varias terrazas artificiales, zonas bajo tierra y un espacio museístico al que se espera la visita de miles de personas, que tendrán que acceder al lugar por una carretera estrecha y sin salida atravesando un espacio protegido.

El gobierno catalán está dispuesto a elaborar una ley especial para dar luz verde al plan

Según denuncia el profesor de Historia Joan Boada Masoliver, la propuesta de Adrià incumple diversas leyes urbanísticas: el Plan de Ordenación Urbana Municipal de Roses, el Plan Director Urbanístico del Sistema Costero, el Plan Territorial Parcial de las Comarcas de Girona y la propia Ley de Urbanismo de Cataluña, además de diversas normativas medioambientales: la Ley 4/1998 de protección del Cap de Creus, el plan especial de protección del Medio y el Paisaje de Cap de Creus, el Plan de Espacios de Interés Natural y la normativa que rige la Red Natura 2000.

Sin embargo, el gobierno catalán está dispuesto a elaborar una ley especial para declarar de interés público el proyecto del reputado cocinero y así superar todas las limitaciones ambientales que impone la protección del parque natural en el que se ubicaría.

La memoria del anteproyecto de ley fue aprobada en noviembre de 2013 por el ejecutivo que preside Artur Mas y el pasado 15 de julio se abrió el periodo de exposición pública. Inmediatamente después, Carolina Sanpera, una vecina de Barcelona, inició una campaña, a través de la plataforma online Change.org solicitando al Parlament catalán que “salve el Parc Natural del Cap de Creus y evite la creación de una ley a medida para que Ferran Adrià pueda edificar en el emblemático lugar”.

La petición, entregada al legislativo a primeros de setiembre acompañada de más de 75.000 firmas de apoyo de ciudadanos, cuenta con el respaldo de más de 30 organizaciones sociales, entre ellas, DEPANA, IADEN-Salvem l’Empordà, Greenpeace o Ecologistas en Acción de Catalunya. El pasado 24 de agosto las entidades que apoyan esta petición organizaron una visita guiada a la zona afectada por la ampliación.

“La Generalitat ha dado ese primer paso y se intenta aprovechar el parón estival para tramitar un proyecto polémico y muy criticado por diversos sectores de la sociedad civil”, explica Sanper en Change.org. “La zona del Cap de Creus y su entorno no necesitan reclamos turísticos. Los parques naturales se crearon para salvaguardar de la ambición individual espacios de gran valor natural y altamente vulnerables”, añade.

Más de 200.000 visitas anuales

Para Marta Gumà, portavoz de DEPANA, la Liga para la Defensa del Patrimonio Natural, “si finalmente aprueba este proyecto, la Generalitat de Catalunya vulnerará los principios generales de un Estado de Derecho, según los cuales las leyes deben tener efectos generales y aplicarse por igual a toda la población”.

Desde IADEN-Salvem l’Empordà, Bárbara Schmitt señala que “hay partes de la cala que ya están degradadas por las construcciones y actividades que se vienen realizando, y aunque el proyecto de Adrià sea muy interesante, tendrá el mismo sentido si se construye en el núcleo urbano de Roses, con accesos más fáciles y cumpliendo con la legislación vigente”.

En cambio, el Grup Impuls per Girona (GIG), formado por las Cámaras de Comercio de Girona, Palamós y Sant Feliu de Guíxols, y las asociaciones empresariales FOEG, Pimec Girona y Foro Carlomagno, ha salido en defensa del proyecto de El Bulli Foundation porque “será un referente mundial y prestigiará la Costa Brava y las comarcas gerundenses en general”.

La entidad sostiene que, aunque el complejo se construirá en el interior de un parque natural, la preservación del entorno “está asegurada” ya que la propuesta pasará “más filtros que cualquier otra”.

El chef confía en abrir las puertas del nuevo complejo el 15 de marzo de 2015

El ornitólogo y paisajista Jordi Sargatal también se muestra convencido de que la iniciativa de Ferran Adrià será “totalmente positiva para la conservación del Cap de Creus” y “va a mejorar y poner en valor el entorno de la Cala Montjoi, bastante degradado por una serie de actuaciones hechas sin tener en cuenta unos mínimos principios de urbanismo y la estética”.

Según Sargatal, los edificios proyectados “sólo tienen sentido en la Cala Montjoi y justo al lado de lo que ha sido El Bulli. Es una cuestión de espíritu y de esencias. En otro lugar lo perderían completamente”.

Para el conservacionista, la Bulli Foundation “puede ser la gran aliada para la mejor conservación del Cap de Creus, ya que, aparte de ayudar a ordenar un espacio, será un ejemplo de relación con el medio, un estímulo para la protección del paisaje, un acicate para la obtención de productos agrícolas y ganaderos de calidad, un atractivo turístico de primer orden y un gran motor económico para la comarca y el país”.

Según anunció el propio Adrià en la presentación del proyecto, hace más de un año, el nuevo complejo espera recibir más de 200.000 visitas anuales y confía en abrir sus puertas el 15 de marzo de 2015.

Bajo el lema Alimenta el alma de la innovación, la fundación aúna tres proyectos: El Bulli 1846, donde, según el cocinero “explicaremos cómo nació la cocina, qué es, cómo se cocina y lo que es El Bulli; El Bulli DNA, que acogerá a un equipo creativo que estará en la cala Montjoi durante ocho meses al año y divulgará todas sus acciones y conocimiento por Internet; y la Bullipedia, una enciclopedia del conocimiento culinario sobre la que se trabaja desde hace largo tiempo".

El periodo para presentar alegaciones al anteproyecto de ley que dará vía libre a las obras se cerrará el próximo 15 de septiembre. El objetivo de la iniciativa ciudadana promovida por Carol Sanpera es llegar a las 150.000 firmas, una cifra que, de mantenerse el ritmo de adhesiones, podría ser superada.