La mayoría de los alimentos que se comercializan en España para niños y niñas menores de tres años son de baja calidad nutricional y no cumplen con los estándares que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así lo indica un estudio liderado por la Universidad Rovira i Virgili (URV) (España) junto con el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) y el CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), que advierte que estos productos deberían cambiar su forma de promocionarse.

Análisis de más de 800 alimentos

Para realizar el estudio, que se ha publicado en el European Journal of Pediatrics, se han analizado 830 alimentos para lactantes y niños pequeños disponibles de marcas vendidas por los principales minoristas en España.

Detectaron problemas repetitivos en estos alimentos, como un elevado contenido en azúcares añadidos, bajo aporte calórico y poca densidad energética

El equipo investigador detectó problemas nutricionales repetitivos en estos alimentos, como un elevado contenido en azúcares añadidos (de forma frecuente a través de zumos concentrados), bajo aporte calórico y poca densidad energética.

En general, solo el 23 % cumplió con todos los estándares nutricionales del Modelo de Perfiles de Nutrientes y Promoción (NPPM) de la OMS para la Región Europea. Alrededor del 60 % de los productos tenían un contenido excesivo de azúcar y el 98 % de los purés de frutas y verduras deberían llevar una advertencia por su alto contenido de azúcares, según las investigadoras/es.

Una de cada cuatro comidas saladas presentaba deficiencia de proteínas y una de cada cuatro comidas al día presentaba deficiencia energética

Además, una de cada cuatro comidas saladas presentaba deficiencia de proteínas y una de cada cuatro comidas al día presentaba deficiencia energética. Aunque solo el 7 % y el 2 % excedían los límites de sodio y grasa, respectivamente. 

 

Etiquetado confuso

 

Las prácticas promocionales son aquellos elementos en el empaque del producto que incluyen afirmaciones nutricionales y de salud, imágenes y texto que pueden influir en las decisiones de compra.

Según los autores/as, muchas de las etiquetas de los productos analizados eran fruto de estrategias de marketing que inducían a error el tipo de nombres que los productos. Por ejemplo ternera con zanahoria, en casos en que la ternera era un ingrediente minoritario o envases de alimentos con mensajes como sin azúcares añadidos cuando aún contenían azúcares libres como puré o polvo de fruta.

“Muchos de estos productos generan una falsa percepción de calidad, cuando en realidad no son adecuados para el desarrollo saludable de los niños, según la OMS”, alerta Paulina Maria Leszczynska, nutricionista y primera autora del estudio.

Muchos de estos productos generan una falsa percepción de calidad, cuando en realidad no son adecuados para el desarrollo saludable de los niños, según la OMS

PAULINA MARIA  LESZCZYNSKA., nutricionista y primera autora del estudio

“No podemos permitir que los intereses comerciales prevalezcan sobre la salud infantil. Es imprescindible contar con una normativa clara, vinculante y basada en evidencias científicas que proteja a la población más pequeña”, advierte Nancy Babio, investigadora principal del estudio y miembro del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la URV.

 

Normativa desactualizada

 

Actualmente, la publicidad de alimentos en el España se rige por el Código PAOS, un sistema de autorregulación voluntaria que no cuenta con mecanismos sancionadores

La tramitación para regular la publicidad de alimentos y bebidas sigue bloqueada a la espera de ser aprobada por el Consejo de Ministros

En 2022 el Ministerio de Consumo propuso un Real Decreto para regular la publicidad de alimentos y bebidas dirigidos a los niños y niñas con los criterios de la OMS como base, pero la tramitación del texto sigue bloqueada a la espera de ser aprobada por el Consejo de Ministros.

Ante estos hechos, el equipo investigador ha hecho un llamamiento al Gobierno para que apruebe sin más demora el Real Decreto de regulación de la publicidad de alimentos infantiles y prohíba la promoción de productos no adecuados para menores de 3 años, especialmente aquellos con excesos de azúcar o afirmaciones engañosas.

Referencias