La vida útil de las abejas melíferas individuales (1) mantenidas en un ambiente de laboratorio controlado es un 50% más corta que en la década de 1970.

Cuando entomólogos/as de la Universidad de Maryland modelaron el efecto de la esperanza de vida más corta de la actualidad, los resultados se correspondieron con el aumento de la pérdida de colonias y la reducción de las tendencias de producción de miel observadas por los apicultores estadounidenses en las últimas décadas.

La rotación de colonias es un factor aceptado en el negocio de la apicultura, ya que las colonias de abejas envejecen y mueren naturalmente. Pero durante la última década, los apicultores de EE.UU. informaron altas tasas de pérdida, lo que significó tener que reemplazar más colonias para mantener las operaciones viables. En un esfuerzo por comprender por qué, los investigadores/as se han centrado en los factores estresantes ambientales, las enfermedades, los parásitos, la exposición a pesticidas y la nutrición.

Este es el primer estudio que muestra una disminución general en la vida útil de las abejas melíferas, potencialmente independiente de los factores estresantes ambientales, lo que sugiere que la genética puede estar influyendo en las tendencias más amplias observadas en la industria de la apicultura. El estudio fue publicado el 14 de noviembre en la revista Scientific Reports.

 

Reduciendo su vida útil

 

"Estamos aislando a las abejas de la vida de la colonia justo antes de que emerjan como adultas, por lo que cualquier cosa que esté reduciendo su vida útil está sucediendo antes de ese punto", dijo Anthony Nearman, estudiante de doctorado del Departamento de Entomología y autor principal del estudio. "Esto introduce la idea de un componente genético. Si esta hipótesis es correcta, también apunta a una posible solución. Si podemos aislar algunos factores genéticos, entonces tal vez podamos criar abejas melíferas más longevas".

Cuando el equipo modeló el efecto de una reducción del 50 % en la vida útil en una operación de apicultura, donde las colonias perdidas se reemplazan anualmente, las tasas de pérdida resultantes fueron de alrededor del 33 %. Esto es muy similar a las tasas promedio de pérdida anual e invernal de 30% y 40% reportadas por los apicultores durante los últimos 14 años.

Nearman y vanEngelsdorp notaron que sus abejas mantenidas en el laboratorio podrían estar experimentando algún tipo de contaminación viral de bajo nivel o exposición a pesticidas durante su etapa larvaria, cuando están incubando en la colmena y las abejas obreras las están alimentando. Pero las abejas no han mostrado síntomas evidentes de esas exposiciones y se ha demostrado un componente genético de la longevidad en otros insectos como las moscas de la fruta.

Los próximos pasos para los investigadores serán comparar las tendencias en la vida útil de las abejas melíferas en los EE.UU. y en otros países. Si encuentran diferencias en la longevidad, pueden aislar y comparar posibles factores contribuyentes, como la genética, el uso de pesticidas y la presencia de virus en las poblaciones de abejas locales.

Referencias