El número de aves pequeñas que ocupan áreas próximas a dos tramos de la línea de tren de alta velocidad Madrid-Levante apenas varía en comparación con las zonas situadas a 500 metros de distancia. Sin embargo, se han observado diferencias significativas entre las especies de aves de la zona y se ha comprobado que los trenes de alta velocidad atraen a ciertas especies de aves y repelen a otras.

 

Homogeneización biótica

 

Esto provoca una pérdida de identidad en las comunidades aviares de las áreas circundantes en lo que se ha venido a calificar como homogeneización biótica, uno de los procesos por los cuales las actividades humanas erosionan la biodiversidad a escala planetaria.

Estas son las conclusiones de un estudio que científicos del Centro de Investigación en Biodiversidad y Cambio Global (CIBC-UAM) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han publicado recientemente en la revista PLoS ONE (1).

Para llegar a ellas, los expertos han estudiado de forma sistemática la composición de las comunidades de aves en los dos tramos de la línea de tren de alta velocidad Madrid-Levante. La investigación se ha extendido durante dos años y en ella se han registrado más de 16.000 aves, lo que ha permitido a los investigadores tener una imagen precisa de la magnitud de los cambios en las comunidades de aves.

Según señalan, los resultados que han hayado muestran cambios significativos en la composición de la comunidad de aves pequeñas, con una sustitución de especies, aunque sin una disminución en su densidad. En este sentido, especifican que estos cambios son comparables a las variaciones estacionales o interanuales en la comunidad de aves pequeñas.

 

Condiciones modificadas por el hombre

 

En contraste, detallan que las aves grandes experimentan una disminución en su abundancia cerca de la infraestructura de aproximadamente un 25%. En líneas generales, han observado que todas las aves grandes disminuyen su uso de las áreas cercanas a la vía y no han detectado tendencias significativas por especies.

Por el contrario, han determinado que algunas especies de aves pequeñas, como los gorriones comunes, los chillones y las urracas son más abundantes cerca de la infraestructura, mientras que otras, como las calandrias, ven sus números reducidos drásticamente.

Por todo ello, han afirmado que todos estos cambios conllevan que la comunidad de aves cerca de la línea de ferrocarril se asemeje más a la de zonas situadas a varios kilómetros de distancia que a las áreas a solo medio kilómetro de perpendicular a la vía. A efectos prácticos, la infraestructura crea un corredor virtual de territorio con condiciones 'modificadas por el hombre' a lo largo de cientos de kilómetros.

Referencias