Se acercan días de fiestas y diversión. Nos gustaría que la fiesta fuera para todos y todas y que la tradición pueda ser compatible con el respeto al medio ambiente.
Ahora muchos animales están en época de cría y se escucha el canto de los pájaros. Fijaos en el silencio del día siguiente a las verbenas. Muchos animales abandonan los nidos y las crías mueren; otros ven gravemente alterados sus ciclos.
Creemos que las autoridades competentes, como Ayuntamientos, el Departamento de Acción Climática, Servicios de Protección de la Naturaleza, las Diputaciones, tienen la obligación de hacer cumplir la normativa vigente y establecer campañas para sensibilizar a la población sobre los impactos negativos de los petardos y las hogueras, tal como se indica a continuación:
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Riesgo directo de accidente: lesiones graves por la explosión del petardo: pérdida parcial o total de miembros, quemaduras, etc.
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Contaminación acústica: que provoca trastornos evidentes en personas especialmente sensibles (enfermos, embarazadas, personas mayores...) y que afecta gravemente a las especies animales, tanto silvestres (abandono de nidos, muerte de crías y adultos sensibles, estrés en los adultos) como domésticas.
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Contaminación atmosférica: debido a la combustión de la pólvora y otros componentes pirotécnicos (algunos de los cuales se ha comprobado que son cancerígenos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos).
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Contaminación por metales tóxicos: los colores de los fuegos artificiales están formados por metales que contaminan el aire, el agua y el suelo, y que afectan tanto a las personas como a los animales.
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Residuos: restos de petardos, envoltorios, plásticos, cartones...
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Riesgo de incendio: por el encendido de petardos y hogueras de las verbenas a distancias que incumplen las ordenanzas (que establecen una distancia mínima de 500 metros).
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Incumplimiento de la normativa vigente: que prohíbe encender fuegos cerca de zonas arboladas y zonas a menos de 500 metros de un bosque.
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