Los gobiernos de Cantabria y España, sin informarnos, ni promover un previo debate sobre las necesidades energéticas reales en la comunidad pretenden someter nuestro territorio a la amenaza de grandes infraestructuras de generación energética de todo tipo, ahora en particular grandes polígonos industriales eólicos propuestos en todos los valles del Sur de Cantabria incluidos los Valles Pasiegos. Sin cuestionar la necesidad de impulsar racionalmente la generación de energías renovables, planteamos la de fijar previamente lo que, en verdad, es “renovable”, y establecer los mecanismos para que estas infraestructuras no tengan como consecuencia la destrucción de nuestro territorio

Los molinos que se pretenden instalar son aerogeneradores de entre 120 y 200 metros de altura, el equivalente a un edificio de 60 plantas. La cantidad de molinos es totalmente desproporcionada y están ubicados a muy pocos metros de áreas habitadas y de gran valor ambiental.

 

 Sin ningún mecanismo de control y sin consulta a la ciudadanía

 

El Gobierno de Cantabria entrega de esta manera nuestra preciada naturaleza a grandes consorcios energéticos sin ningún mecanismo de control y sin consulta a la ciudadanía, lo que irremediablemente provocaría grandes daños ambientales, paisajísticos, económicos, sociales y culturales que acabaría con la despoblación de las áreas afectadas por estas inmensas infraestructuras.

La implantación de estos aerogeneradores tal y como ahora se pretende conlleva gran número de problemas tales como ruido extremo por su proximidad a poblaciones; apertura de pistas y plataformas de hormigón, destrucción del terreno e impacto en la vegetación; construcción de estaciones transformadoraslíneas de alta tensión cuyas ondas electromagnéticas son extremadamente nocivas para la salud y gran impacto sobre la fauna provocando una alta mortandad de aves.

 

Convenio de Aarhus

 

La Plataforma para la defensa de los Valles Pasiegos denuncia la inexistencia de información y participación previa de afectados e interesados que exige el Convenio de Aarhus, falta de una evaluación ambiental estratégica, que determinara los impactos, uno a uno y en su conjunto, la perpetuación del modelo desordenado de agresión al territorio, pretendiendo trasladar el de degradación de la costa a nuestros bellos territorios montañosos del interior y la exclusiva motivación  de todo ello en la ambición económica de grandes corporaciones transnacionales a los que nuestros representantes políticos entregan nuestro territorio regional sin control.

Por ello la plataforma exige denegar todas las solicitudes de nuevas infraestructuras de generación de energía eólica, hasta tanto y que se produzca un debate social/energético que establezca nuestras reales necesidades de energía en la perspectiva de un modelo de generación descentralizado, de proximidad que haga innecesarias las grandes corporaciones e infraestructuras.

Los gobiernos de Cantabria y España, sin informarnos, ni promover un previo debate sobre las necesidades energéticas reales en la comunidad pretenden someter nuestro territorio a la amenaza de grandes infraestructuras de generación energética de todo tipo, ahora en particular grandes polígonos industriales eólicos propuestos en todos los valles del Sur de Cantabria incluidos los Valles Pasiegos. Sin cuestionar la necesidad de impulsar racionalmente la generación de energías renovables, planteamos la de fijar previamente lo que, en verdad, es “renovable”, y establecer los mecanismos para que estas infraestructuras no tengan como consecuencia la destrucción de nuestro territorio

 

Aerogeneradores de altura equivalente a un edificio de 60 plantas

 

Los molinos que se pretenden instalar son aerogeneradores de entre 120 y 200 m de altura, el equivalente a un edificio de 60 plantas. La cantidad de molinos es totalmente desproporcionada y están ubicados a muy pocos metros de áreas habitadas y de gran valor ambiental.

El Gobierno de Cantabria entrega de esta manera nuestra preciada naturaleza a grandes consorcios energéticos sin ningún mecanismo de control y sin consulta a la ciudadanía, lo que irremediablemente provocaría grandes daños ambientales, paisajísticos, económicos, sociales y culturales que acabaría con la despoblación de las áreas afectadas por estas inmensas infraestructuras.

La implantación de estos aerogeneradores tal y como ahora se pretende conlleva gran número de problemas tales como ruido extremo por su proximidad a poblaciones; apertura de pistas y plataformas de hormigón, destrucción del terreno e impacto en la vegetación; construcción de estaciones transformadoraslíneas de alta tensión cuyas ondas electromagnéticas son extremadamente nocivas para la salud y gran impacto sobre la fauna provocando una alta mortandad de aves.

La Plataforma para la defensa de los Valles Pasiegos denuncia la inexistencia de información y participación previa de afectados e interesados que exige el Convenio de Aarhus, falta de una evaluación ambiental estratégica, que determinara los impactos, uno a uno y en su conjunto, la perpetuación del modelo desordenado de agresión al territorio, pretendiendo trasladar el de degradación de la costa a nuestros bellos territorios montañosos del interior y la exclusiva motivación  de todo ello en la ambición económica de grandes corporaciones transnacionales a los que nuestros representantes políticos entregan nuestro territorio regional sin control.

Por ello la plataforma exige denegar todas las solicitudes de nuevas infraestructuras de generación de energía eólica, hasta tanto y que se produzca un debate social/energético que establezca nuestras reales necesidades de energía en la perspectiva de un modelo de generación descentralizado, de proximidad que haga innecesarias las grandes corporaciones e infraestructuras.