Los embalses españoles continúan la trayectoria descendente que iniciaron en la primera semana de junio con una bajada prolongada que se ha agudizado durante los últimos días. En la cuarta semana consecutiva de caída de las reservas, los embalses han perdido 1,3 puntos de su capacidad, lo que ha hecho que, con el inicio de las olas de calor y la ausencia de precipitaciones de consideración, se hayan situado en un 74,4% de su capacidad total.
Evolución del agua en los embalses españoles

El descenso generalizado acontecido en casi todas las cuencas de la Península ha supuesto una pérdida total de 733 hectómetros cúbicos con respecto a la semana pasada, por lo que las reservas peninsulares se quedan en 41.677 hectómetros cúbicos. A pesar de este importante retroceso, las cifras todavía son bastante mejores que el 63,7% protagonizado en las mismas fechas del año pasado. Eso supone 10,7 puntos menos que los embalsados en la actualidad, aunque este año el fuerte descenso de las reservas propio de cada verano ha comenzado con antelación y amenaza con ser persistente durante toda la estación estival.
La situación por cuencas hidrográficas

Los descensos han alcanzado todas las latitudes de la Península, con la única excepción de las cuencas del País Vasco, que se mantiene inalterable en su habitual 95,2%. A pesar de esta bajada generalizada, casi toda la mitad norte está todavía por encima de la barrera del 70% con la única excepción de Galicia Costa, que en los últimos siete días ha perdido dicha condición. El resto del territorio está por encima del 35%, un nivel de alerta bajo el cual tan solo persiste la cuenca del Segura, que, aunque solo ha perdido una décima en la última semana no logra remontar desde el 31,2% en el que se encuentra situada.
A pesar de los importantes descensos generalizados, las reservas de la cornisa norte se mantienen con cifras significativas, con la única excepción de Galicia Costa, que ha perdido 3,6 puntos y cae hasta el 68% del total. Las caídas han sido menores en el resto de ámbitos de la zona, con una bajada de 1,7 puntos en el Cantábrico Occidental para quedarse en un 86,1%; una caída de 1,4 puntos en el Cantábrico Oriental (82,2%) y un descenso similar en el Miño-Sil, la cuenca más importante de la zona, que todavía se mantiene con el 85,3% de su capacidad. El pequeño ámbito de cuencas del País Vasco ha vuelto a mantenerse anclado en el 95,2% del total.
Las principales cuencas de la Meseta mantienen el ritmo de caídas con un volumen similar. El Duero ha perdido 1,7 puntos, aunque aún permanece con un 88,7%, mientras que el Tajo ha caído en la misma proporción hasta situarse con el 82,4%. El ámbito del Guadiana esta semana ha moderado su caída, en la que se ha dejado solo ocho décimas y permanece con un 68,0%.
Los descensos también han afectado de manera importante a la zona sur, con caídas cercanas al punto en cada ámbito. El Tinto, Odiel y Piedras ha tenido las mayores pérdidas, con una bajada de 1,3 puntos hasta el 86,9%. De menos entidad han sido las bajadas del Guadalquivir, nueve décimas para quedarse en el 57,1%, y del Guadalete-Barbate, que pierde siete décimas y permanece con un 52,1%.
En la vertiente mediterránea la situación también está protagonizada por las caídas generalizadas. La mayor bajada porcentual ha sido la del Ebro, que ha perdido 1,9 puntos y se ha quedado con un 87,4% de su capacidad. Los descensos han sido menores en el resto de ámbitos, donde Cataluña ha bajado 1,2 puntos, pero aún permanece con un magnífico 81,2% de su capacidad. Aún menores han resultado las bajadas del Júcar, siete décimas para llegar hasta el 61,4%, y de la cuenca Mediterránea Andaluza, que cae seis décimas, pero permanece con el 56,1%. A pesar de sufrir las menores pérdidas semanales, con un descenso de una sola décima, la situación del Segura es la más desesperada, ya que la principal cuenca del sudeste de la Península permanece con un alarmante 31,2% antes de la llegada de los meses de mayor calor y menores precipitaciones de todo el año.
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