Un nuevo informe redactado por un equipo internacional de investigadores advierte de la existencia de numerosos bucles de retroalimentación climática que entrañan riesgos y de la necesidad de actuar tanto en el ámbito de la investigación como en el de la política.

El informe, publicado en la revista One Earth (1), afirma que, debido en parte a la amplificación de las retroalimentaciones climáticas, "será necesaria una reducción muy rápida de las emisiones para limitar el calentamiento futuro".

Investigadores/as de Estados Unidos y Europa enumeraron y describieron 41 bucles de retroalimentación climática que tienen importantes implicaciones para las perspectivas del cambio climático. Los bucles de retroalimentación climática son procesos que pueden amplificar o disminuir los efectos de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, iniciando una reacción cíclica en cadena que se repite una y otra vez.

Hay muchas grandes retroalimentaciones amplificadoras que acentúan el calentamiento. En total, los investigadores identificaron 27 retroalimentaciones amplificadoras, 7 amortiguadoras y 7 inciertas

Hay muchas grandes retroalimentaciones amplificadoras que acentúan el calentamiento. En total, los investigadores identificaron 27 retroalimentaciones amplificadoras, 7 amortiguadoras y 7 inciertas.

A los autores principales, Christopher Wolf, investigador postdoctoral de la Universidad Estatal de Oregón (OSU), y William Ripple, catedrático de ecología, se unieron varios científicos estadounidenses e internacionales que figuran como coautores del informe.

 

Bucles de retroalimentación especialmente preocupantes

 

Varios bucles de retroalimentación especialmente preocupantes, como el del permafrost, en el que el aumento de las temperaturas provoca el deshielo del permafrost, lo que se traduce en más emisiones de dióxido de carbono y metano

 

Los autores destacan varios bucles de retroalimentación especialmente preocupantes, como el del permafrost, en el que el aumento de las temperaturas provoca el deshielo del permafrost, lo que se traduce en más emisiones de dióxido de carbono y metano, con el consiguiente aumento del calentamiento. Otras retroalimentaciones potencialmente peligrosas son la desertificación o la combustión lenta de las turberas y el retroceso de los bosques.

Dado que estas retroalimentaciones pueden no estar aún plenamente incorporadas a los modelos climáticos, los actuales planes de reducción de emisiones podrían no limitar adecuadamente el calentamiento futuro. Además, "algunos bucles de retroalimentación climática están asociados a puntos de inflexión, lo que dificultará revertir sus efectos", afirma la coautora Jillian Gregg, científica de Terrestrial Ecosystems Research Associates.

Motivados por las numerosas retroalimentaciones climáticas amplificadoras, los autores/as hacen dos recomendaciones. En cuanto a la investigación climática, es necesaria una rápida transición hacia la ciencia integrada del sistema terrestre para tener plenamente en cuenta las interacciones biológicas, sociales y de otro tipo que pueden influir en el clima.

En cuanto a la política climática, deberían aplicarse planes más ambiciosos de reducción de emisiones, teniendo en cuenta tanto los desastres climáticos actuales como los riesgos catastróficos a largo plazo

En cuanto a la política climática, deberían aplicarse planes más ambiciosos de reducción de emisiones, teniendo en cuenta tanto los desastres climáticos actuales como los riesgos catastróficos a largo plazo. Esos planes podrían incluir el empleo de soluciones basadas en la naturaleza para secuestrar más carbono de la atmósfera.

"El establecimiento estratégico de grandes sumideros naturales de carbono, como los bosques, es un paso fundamental para alcanzar la neutralidad de carbono", afirmó Ripple.

Los autores concluyen haciendo un llamamiento al cambio transformador para hacer frente a la crisis climática y a los peligros que plantean los bucles de retroalimentación. Según Wolf, "se necesitan políticas que faciliten cambios transformadores y socialmente justos en muchos sectores, como la energía y la producción de alimentos".

Referencias