El Día Mundial del Sida 2024 se conmemora el 1 de diciembre de cada año para aumentar la conciencia sobre el sida, mostrar apoyo a las personas afectadas por el virus y fomentar su prevención y tratamientos. El lema para el año 2024 es `Sigamos el camino de los derechos’.
- ONUSIDA es la organización que actualmente lidera la celebración
- Un llamado a proteger los derechos humanos
- El sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es la etapa avanzada de la infección por VIH
- 88 millones de personas afectadas y alrededor de 42 millones de muertes
- Estrategias globales en la lucha contra el sida
Cada 1 de diciembre el mundo se une para celebrar el Día Mundial del Sida, una efeméride que fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas en 1988 y que fue el primer día mundial dedicado a la salud. La fecha elegida corresponde con los primeros casos registrados en 1981 de una enfermedad misteriosa que afectaba a un grupo de hombres homosexuales en Los Ángeles, California.
ONUSIDA es la organización que actualmente lidera la celebración
La organización ONUSIDA, nacida en 1996, ha liderado la campaña por el Día Mundial del Sida desde su lanzamiento en 2004. En 2011 se decidió cambiar el nombre Día Internacional de la Lucha contra el Sida por el de Día Internacional de la Acción contra el Sida, por considerar que la palabra "lucha" tiene una connotación belicista. A partir de 2021, ONUSIDA lo denomina Día Mundial del Sida. A partir de 2004, el comité directivo mundial encargado de la campaña Mundial contra el sida empezó a seleccionar temas para esta celebración, en consulta con la sociedad civil, así como con los organismos y las agencias que participan en la lucha contra esta enfermedad. Los temas tienen una duración de uno a dos años y no solo se usan para este día mundial sino también para otras iniciativas vinculadas con la causa. El tema de este 2024 es Sigamos el camino de los derechos.
Un llamado a proteger los derechos humanos
Según ONUSIDA, los avances en la respuesta al VIH están directamente relacionados con el respeto y la protección de los derechos humanos de todas las personas, especialmente de aquellas más vulnerables y marginadas. La organización insiste en que la igualdad de género y la inclusión son esenciales para una respuesta eficaz al VIH. Las leyes y políticas que discriminan o estigmatizan a las personas, por su género, pertenencia a poblaciones clave u otras comunidades marginadas, son un obstáculo para acceder a la prevención, pruebas, tratamiento y atención del VIH.
El mensaje de este año hace un llamado a los líderes a eliminar las leyes que violan los derechos humanos y a promulgar otras que los protejan. La defensa de los derechos humanos no solo es crucial para acabar con el sida, sino también para garantizar el desarrollo sostenible y la seguridad humana.
Las actividades en torno al Día Mundial del Sida incluyen la publicación del informe del Día Mundial del Sida: La urgencia del ahora: El sida frente a una encrucijada, que enfatiza la necesidad de seguir protegiendo los derechos para lograr un mundo sin VIH. Esta campaña busca generar un movimiento continuo que resuene más allá del 1 de diciembre y logre cambios duraderos en la protección de los derechos humanos.
ONUSIDA recalca que sólo siguiendo el camino de los derechos se podrá poner fin a la epidemia del sida para 2030. La protección de los derechos humanos es fundamental para una respuesta efectiva al VIH y para la salud de todas las personas.
El sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es la etapa avanzada de la infección por VIH
El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es un virus que ataca el sistema inmunológico, debilitando la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades. Si no se trata, el VIH puede llevar al desarrollo del sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). El sida es la etapa avanzada de la infección por VIH, ya que ataca a los glóbulos blancos, debilitando el sistema inmunitario, y esto hace que sea más fácil contraer enfermedades como la tuberculosis, otras infecciones y algunos tipos de cáncer.
El VIH se diagnostica mediante pruebas rápidas que ofrecen resultados en el mismo día. Se requiere una prueba confirmatoria realizada por personal de salud cualificado en un centro comunitario o dispensario. Las pruebas detectan anticuerpos generados en respuesta al VIH y pueden dar resultados a partir de 28 días después de la infección. Se recomienda una segunda prueba para confirmar los resultados positivos antes de iniciar tratamiento. En lactantes de madres VIH-positivas, se necesitan pruebas virológicas al nacer o a las 6 semanas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la infección por VIH ha alcanzado un estado avanzado cuando se encuentra en el estadio 3 o 4 según la clasificación de la OMS, o cuando el recuento de células CD4 es inferior a 200 por mm3 en adultos y adolescentes. En el caso de los niños menores de 5 años con VIH, se considera que están en una etapa avanzada de la enfermedad.
El VIH se transmite a través de fluidos corporales como la sangre, la leche materna, el semen y las secreciones vaginales de personas infectadas. No se contagia mediante besos, abrazos o al compartir alimentos. También puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo o el parto. La prevención del contagio por VIH incluye el uso de preservativos, pruebas de VIH, circuncisión masculina voluntaria y servicios para consumidores de drogas inyectables. También se pueden utilizar medicamentos y dispositivos médicos para prevenir el VIH, como antirretrovirales y anillos vaginales.
El VIH no tiene cura, pero el tratamiento antirretroviral (TAR) detiene la multiplicación del virus y permite que el sistema inmunitario siga funcionando, un tratamiento que debe tomarse diariamente de por vida. Las personas con VIH en TAR y carga viral indetectable no transmiten el virus a sus parejas sexuales. Las embarazadas con VIH deben tener acceso al TAR para proteger su salud y prevenir la transmisión al feto o al lactante durante la lactancia. Incluso, la administración de TAR a personas sin VIH puede prevenir la infección en situaciones de alto riesgo, con consulta médica previa.
88 millones de personas afectadas y alrededor de 42 millones de muertes
Según los datos más recientes de ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el inicio de la epidemia, aproximadamente 88,4 millones de personas han sido infectadas con el VIH y alrededor de 42,3 millones han fallecido debido a enfermedades relacionadas con el sida.
En 2023, el VIH sigue siendo una de las principales preocupaciones de salud pública a nivel mundial. Según los datos más recientes, aproximadamente 39,9 millones de personas vivían con el VIH, de las cuales 38,6 millones eran adultos y 1,4 millones eran niños menores de 14 años. Aún más alarmante es que 630.000 personas murieron debido a enfermedades relacionadas con el sida en el mismo año. De todas las personas que viven con el VIH, el 53% son mujeres y niñas, lo que subraya la urgencia de abordar las desigualdades de género en la respuesta global al VIH. Además, se estima que el 86% de los infectados conocía su estado serológico en 2023, dejando a unos 5,4 millones de personas sin saber que son portadoras del virus.
La lucha contra el VIH ha logrado avances significativos, como el acceso a la terapia antirretroviral (TAR) para 30,7 millones de personas en 2023. Sin embargo, la batalla está lejos de terminar. Con 1,3 millones de nuevas infecciones en el último año y más de 42 millones de muertes acumuladas desde el inicio de la epidemia, la necesidad de una respuesta sostenida y robusta es más crítica que nunca. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para garantizar el acceso a la TAR y continuar con la educación y prevención, especialmente en las regiones más afectadas como el África subsahariana, donde la situación sigue siendo especialmente grave.
Estrategias globales en la lucha contra el sida
La OMS, el Fondo Mundial y ONUSIDA cuentan con estrategias mundiales contra el VIH que están en consonancia con la meta 3.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible consistente en poner fin a la epidemia de VIH para 2030. Se han implementado estrategias globales en el ámbito de la salud para combatir el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual en el periodo de 2022 a 2030. Estas estrategias incluyen medidas específicas para cada enfermedad, respaldadas por la OMS y sus colaboradores. Se tienen en cuenta los cambios epidemiológicos, tecnológicos y contextuales ocurridos en años anteriores. Además, se promueve el aprendizaje continuo en todas las áreas y se busca aprovechar las innovaciones y nuevos conocimientos para responder de manera efectiva a estas enfermedades. Es crucial enfocarse en las personas más afectadas y con mayor riesgo de contraer cada enfermedad, así como abordar las desigualdades existentes. Esto fomenta la colaboración en el marco de la cobertura sanitaria universal y la atención primaria, contribuyendo así a alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
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