A medida que aumenta la evidencia de la posibilidad de que el SARS-CoV-2 infecte a varios animales, los científicos del University College de Londres (UCL) dicen que se necesita un esfuerzo global para reducir el riesgo de que el virus regrese más tarde a las personas.

En un comentario para The Lancet Microbe, los investigadores escriben que si el virus se vuelve común en una población animal que vive cerca de personas, como mascotas o ganado, existe el riesgo de que ocurra otro brote incluso si el virus se erradica en las personas en el área.

Los autores piden más investigación sobre qué animales son susceptibles al SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad de COVID-19, y sugieren implementar programas de vigilancia para evaluar regularmente a los animales que podrían presentar los mayores riesgos de transmisión.

La coautora, la profesora Joanne Santini, del UCL Structural & Molecular Biology, recuerda que "cada vez hay más pruebas de que algunos animales pueden contraer el SARS-CoV-2 de las personas y posteriormente pueden transmitirlo a otras personas, pero no sabemos exactamente cómo esto es un gran riesgo, ya que es un área de estudio que aún no ha sido priorizada".

"Necesitamos desarrollar estrategias de vigilancia para asegurarnos de que no nos tome por sorpresa un gran brote en animales, que podría representar una amenaza no solo para la salud animal sino también para la salud humana", añade.

A su juicio, "la transmisión del virus en poblaciones animales podría volverse irreversible si no se controla, y puede amenazar el éxito de las medidas de salud pública existentes si las personas continúan contagiando el virus de una población infectada de animales".

Los autores escriben que la inmensa escala de la pandemia de COVID-19 aumenta la posibilidad de que suficientes animales se conviertan en reservorios del virus, lo que podría ser más probable que en epidemias pasadas, como el brote de SARS-CoV-1 más contenido en 2002-2003.

El profesor Santini y la coautora profesora Sarah Edwards, del UCL Science & Technology Studies, revisaron la evidencia de estudios de casos, experimentos que prueban la infección en pequeños grupos de animales, así como estudios de laboratorio y modelos que describen mecanismos probables de infección.

Casos recientes de visón de granja infectados

 

Los estudios de modelado y de laboratorio sugieren que el SARS-CoV-2 podría, en teoría, transmitirse a numerosos animales, según los hallazgos de que la proteína espiga del virus se adhiere a las células huésped, utilizando una proteína que se encuentra en muchas especies diferentes.

El documento de investigación informa de que, una vez que los científicos identifiquen qué animales podrían infectarse, deben averiguar si se sentirán mal o si no serán asintomáticos, y si una persona infectada puede transmitir el virus a otros animales o incluso a los humanos.

En particular, ha habido casos recientes en los Países Bajos de visón de granja infectado con SARS-CoV-2, lo que llevó a dos personas a contraer el virus de estos animales, en un brote que ha provocado la eliminación de miles de visones. Los investigadores dicen que este ejemplo resalta no solo el riesgo para la salud humana, sino también las preocupaciones sobre el bienestar animal y la posible pérdida de medios de vida en el sector agrícola.

El profesor Edwards comenta que "existe una necesidad urgente de una vigilancia generalizada, mediante el análisis de muestras, preferentemente no invasivas, de un gran número de animales, en particular mascotas, ganado y fauna silvestre que se encuentran muy cerca de las poblaciones humanas".

A su juicio, "es poco probable que más experimentos de laboratorio con pequeñas cantidades de animales nos den las pruebas necesarias para estar seguros de que ciertas especies son totalmente seguras, lo que hace que el trabajo de vigilancia importante sea la única opción real en este caso".

"Necesitamos más información, al mismo tiempo que tomamos medidas de precaución simples, especialmente con las especies que tienen el potencial de propagar rápidamente el virus en el medio silvestre –continúa–. Una evaluación de riesgos robusta también requeriría revisar nuestra capacidad para manejar un brote en esos animales, es decir, nuestra capacidad para aislar, proteger o contener diferentes animales".