Durante las vacaciones las personas adultas suelen aumentar de peso por llevar una vida más relajada, tranquila, sin estrés, con más horas para disfrutar del sofá o incluso, con más gula por comer alimentos insanos.
Todos estos factores promueven la ganancia de peso, pero no debemos olvidar que esta situación también la sufren los más pequeños de la casa.

Nuestro país es líder europeo en obesidad infantil, por lo que debemos cambiar muchas causas para no seguir con esta situación. A pesar que muchos niños se quedan en los comedores escolares, su alimentación debe ser saludable y equilibrada diariamente. Una práctica deportiva de menos de dos horas a la semana, tampoco es suficiente para controlar su peso. Si retrocedemos tan sólo 20 años al pasado, podemos recordar nuestra infancia como un no parar. Siempre corriendo, jugando en el barrio, y comiendo en casa con nuestra familia.

Ahora esto ya no suele suceder debido a motivos laborales de los padres y a que la mayoría de los niños, prefieren jugar con un videojuego o conectarse a internet, antes que salir a la calle. Tener una vida sedentaria y no comer de manera saludable son varios de los factores que participan en el aumento de peso. Aprovechando que con la vuelta al colegio vuelve la rutina, vamos a marcar unas recomendaciones para que nuestros hijos tengan una dieta más equilibrada y saludable y así evitar el aumento de peso.

Algunas recomendaciones

Estudios demuestran que no desayunar conlleva un menor rendimiento escolar

- Desayunar siempre: como bien se dice, es la comida más importante del día y es la que nos va a aportar la energía para mantenernos activos y potenciar nuestras actividades. Varios estudios han demostrado que los niños que no desayunan tienen un menor rendimiento escolar y les cuesta más estar concentrados.

- Almuerzo en el cole: es un buen momento para tomar un lácteo, como por ejemplo un yogur acompañándolo con una fruta o bien, un yogur con cereales mezclándolo de manera fácil y sencilla. Con esta comida a media mañana, conseguiremos aportar a su organismo una mayor variedad de nutrientes. A la vez, disminuiremos la sensación de apetito con la cual suelen llegar a la hora de la comida.

- Comidas en el colegio: en el caso de que el niño se quede en el comedor, intentaremos complementar las cenas para que al largo de la semana su menú sea variado y coma de todo.

- Comidas en casa: debemos pensar que los gustos, los hábitos se adquieren durante la infancia, por lo que debemos promover unos hábitos saludables. Durante la semana podríamos recomendar por ejemplo, consumir dos raciones de legumbres, dos raciones de verdura, una ración de pasta, una ración de arroz y el domingo disfrutar de una comida en familia.

- Meriendas: muchos niños suelen hacer actividades extraescolares después de clase, así que el tiempo para merendar es limitado. Por lo que es importante que coman algo rápido como por ejemplo un bocadillo. Los bocadillos son un alimento saludable, rico en hidratos de carbono. Si nuestro hijo tiene un peso correcto, podemos ir variando el embutido sin problemas. Pero en el caso de que tenga problemas de sobrepeso, se le recomendará consumir embutidos de pavo, quesos bajos en grasas y conservas o atún al natural.

Ellos deberán comer los mismos alimentos que preparemos para los adultos

- Cenas: debemos enseñar a nuestros hijos a comer cualquier alimento. Así pues, ellos deberán comer los mismos alimentos que preparemos para los adultos. En las cenas podemos aprovechar para cocinar alimentos de fácil digestión como tortillas, carne blanca o pescado.

Potenciar la fruta, la verdura y la actividad física

- El consumo de verdura: se recomienda la presencia de verduras u hortalizas tanto en la comida como en la cena. Ya sea como plato principal o como guarnición. Su presencia aportará una mayor variedad de nutrientes a la vez que aportará fibra.

- El consumo de fruta: se recomienda un consumo de tres piezas al día a poder ser variadas. Es importante marcarnos como objetivo tomar una pieza como postre, tanto en la cena como en la comida.

- La realización de actividad física: aprovechar los fines de semana para hacer actividades en familia como; pasear, ir en bici, caminar por la montaña, etc. Otra técnica muy eficaz es intentar desplazarse lo mínimo en vehículo para caminar más tiempo.

Todos estos consejos son básicos para un estilo de vida saludable, pero la mejor manera para que los más pequeños aprendan estas recomendaciones es a base de dar ejemplo.