Multitud de alimentos básicos de un patrón de dieta saludable, gracias a sus nutrientes y componentes bioactivos antioxidantes, desencadenan reacciones antiinflamatorias y antioxidantes en el organismo. En primer lugar, en una entrevista con Infosalus, la secretaria cientíca de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), la dietista-nutricionista Andrea Calderón, distingue los conceptos dieta antiinflamatoria de dieta detox o dietas basadas en fruta y verdura.

"Es común pensar que nos referimos a conceptos similares a dieta detox o dietas basadas únicamente en fruta y verdura, pero nada más lejos de la realidad", matiza la experta, que agrega que una dieta equilibrada ya incluye de por sí "multitud de alimentos diferentes con propiedades antiinamatorias".  "En general, un alto consumo de alimentos ricos en partículas tanto antiinflamatorias como antioxidantes han demostrado relacionarse con un menor grado de inflamación global en el organismo, así como con el frenado de la cadena de reacciones de inflamación", continúa la experta, que agrega que en patologías como la bromialgia o la artritis "se ha encontrado mejoría tanto en la patología como en el bienestar de la persona y la reducción modesta de dolencias y molestias".    

En este sentido, una dieta antiinflamatoria sería la "rica en alimentos vegetales: verduras y hortalizas diariamente, el consumo de dos o tres piezas de fruta a diario y la introducción de legumbres varias veces a la semana, así como de semillas, frutos secos, cereales integrales o de grano entero...", enumera la secretaria cientíca de la SEDCA. Los efectos de esta dieta son mayores "si se acompaña con la práctica de actividad física y una adecuada calidad del sueño", añade la experta.    

Pero, además, "algunos alimentos especialmente se han asociado con el desarrollo de mecanismos antiinflamatorios más potentes debido a su alto contenido en compuestos antioxidantes y antiinflamatorios y la presencia de algunas vitaminas y minerales", según la experta. Calderón cita "ajo, cebolla, frutos rojos, hierbas y especias en general, las grasas de la familia omega 3, es decir, pescado azul, semillas de chía y lino, nueces...". "Aunque es el patrón de dieta global, y no el consumo de un alimento especíco el que ofrecerá los resultados beneciosos", incide la secretaria cientíca de la SEDCA.    

No reemplazan a los medicamentos

Los componentes principales que desencadenan los mecanismos antiinflamatorios en el organismo son, según la experta, los minerales como el selenio, el zinc o el magnesio, y las vitaminas A, C, E, y algunas del grupo B. En cuanto a los componentes no nutrientes contenidos en los alientos, los toquímicos o antioxidantes que consiguen este efecto antiinflamatorio, contenidos sobre todo en alimentos vegetales son el licopeno, las antocianinas o los betacarotenos.

"Cada uno de estos componentes confiere un color diferente al alimento. Por ejemplo, el licopeno da el color rojo del tomate y tiene efectos antiinflamatorios, así como las antocianinas dan un toque morado y se encuentran en los frutos rojos y la uva o los betacarotenos, que coneren el color anaranjado en alimentos como zanahoria o calabaza", apostilla Calderón. 

Sin embargo, la secretaria cientíca de la SEDCA hace hincapié en que aunque los alimentos mencionados "tienen componentes que favorecen la antiinflamación y que, incluso, mejoran la calidad de vida en personas con patologías inamatorias, no podemos hablar de ellos como si sus efectos fueran similares a los de un medicamento". Tampoco "en ningún caso podrían sustituir un tratamiento farmacológico cuando fuera necesario. Sus efectos, además, se desarrollan a largo plazo con una dieta saludable en el día a día, y no por el consumo elevado de un alimento o alimentos concreto", avisa Calderón. 

Alimentos inflamatorios

La secretaria cientíca de la SEDCA también especica que "de la misma forma, existen otros compuestos procedentes de productos insanos que producen inflamación". Es el mismo mecanismo que la dieta equilibrada, sólo que en esta ocasión "patrones dietéticos insanos pueden desencadenar reacciones inflamatorias en el organismo", matiza la experta. "El elevado consumo de azúcares añadidos y de grasas vegetales refinadas, como la grasa de girasol, de palma, palmiste o coco, son los principales causantes alimentarios de la inflamación en organismo. Su consumo de forma habitual procedente de bollería, dulces, refrescos, precocinados, pizzas, comida rápida... se asocia con la producción de partículas inflamatorias en el organismo que, además, favorecen mecanismos de oxidación o, lo que es lo mismo, producción de radicales libres",

La experta también menciona la elevada ingesta de harinas blanca o refinadas y el bajo consumo de harinas integrales: galletas, pan blanco, pasta blanca siempre". "En definitiva, un estilo de vida saludable, dieta sana y moverse, favorecen mecanismos antiinflamatorios y antioxidantes, así como reducen el riesgo de multitud de patologías relacionadas; mientras que una dieta insana, el sedentarismo y hábitos como fumar o beber alcohol, favorecen la inflamación y oxidación del cuerpo", resume Calderón.