Una nueva fuerza policial combatirá la contaminación e investigará los delitos medioambientales en la capital de China, Pekín, una ciudad marcada por los efectos de la alta polución.

Los agentes actuarán contra las barbacoas al aire libre, la quema de basuras, desperdicios y biomasa y el abandono de desechos en las carreteras, según ha explicado el alcalde de Pekín, Cai Qi, en declaraciones publicadas por la agencia de noticias oficial Xinhua.

"Estos actos de incumplimiento de las regulaciones son en realidad el resultado de una laxa supervisión y una débil imposición de la ley", ha afirmado Cai, en una reunión con su equipo de Gobierno.

Tras casi tres años de "lucha contra la polución", amplias zonas de territorio en el norte de China se han visto afectadas por la nube de polución en Año Nuevo, con peligrosos niveles de calidad del aire en urbes como Pekín, Tianjin y Xian, que han obligado a muchas personas a permanecer en sus hogares.

La nube tóxica generada por la polución se ha mantenido en varias ciudades, provocando cancelaciones o desvíos de vuelos y cambios en las operaciones aéreas y en el calendario escolar. La polución tiene su origen en el aumento del uso de carbón para las calefacciones y en las condiciones climatológicas.

El Gobierno central chino ha prometido utilizar más a la policía y a los tribunales para perseguir a las compañías que contaminen y a los responsables locales que permitan que se excedan los límites de emisiones de gases. Aunque la legislación medioambiental se ha reforzado en los últimos años, las autoridades continúan intentando que se aumente el personal destinado a garantizar el cumplimiento de los cambios normativos.

'Más rápido que Alemania'

La continua dependencia de China con los combustibles fósiles, especialmente en el norte del país, ha hecho que la lucha contra la polución sean más complicada, según reconoció el pasado viernes el ministro de Medio Ambiente chino, Chen Jining.

El ministro ha afirmado que las seis provincias y regiones que se vieron más afectadas por la polución en diciembre, incluida Pekín, consumen un tercio del total de carbón del país y emiten en torno al 30 o el 40% de los contaminantes atmosféricos, a pesar de que sólo representan el 7,2% de la superficie de China.

El ministro ha asegurado que, a pesar de estos datos, China todavía puede solucionar sus problemas de polución más rápidamente de lo que lo hicieron en su momento países occidentales como Alemania. "Ellos necesitaron entre 20 y 40 años para resolverlo. Creo que nosotros lo haremos más rápido que ellos", afirmó Chen, según recoge la web del Gobierno chino. "No deberíamos perder la confianza por unos pocos días de alta polución", añadió, minimizando el problema. 

El Ejecutivo de China anunció la semana pasada que destinará unos 2,5 billones de yuanes (unos 343.000 millones de euros) en energías renovables para el año 2020.