Fundación Igualdad Animal ha pedido al Gobierno medidas urgentes ante la peste porcina africana y le ha reclamado que "no tenga una mirada cortoplacista" e impulse un cambio del modelo alimentario hacia otro "sostenible, seguro y basado en proteínas vegetales, tal y como recomiendan las principales instituciones científicas internacionales".

En concreto, ha demandado la reorientación de la política alimentaria y agrícola hacia sistemas que no dependan de la explotación de animales y el impulso de una transición proteica basada en proteínas vegetales, "alineada con la evidencia científica y con los objetivos climáticos y de salud pública de la Unión Europea (UE).

Solicita la eliminación progresiva de subvenciones públicas a la ganadería intensiva, un modelo que pone en riesgo la salud, el medioambiente y a los animales

Además, ha solicitado la eliminación progresiva de subvenciones públicas a la ganadería intensiva, un modelo que pone en riesgo la salud, el medioambiente y a los animales; así como la implementación de campañas de sensibilización social sobre los riesgos asociados al consumo elevado de carne y los beneficios de dietas basadas en plantas e información a los consumidores sobre la situación de los animales explotados en granjas y mataderos.

Los animalistas han señalado que esta crisis vuelve a poner en evidencia los "graves riesgos" asociados a la ganadería intensiva, "un modelo marcado por el hacinamiento, el uso masivo de antibióticos y prácticas que facilitan la propagación de enfermedades con potencial pandémico".

La implementación de campañas de sensibilización social sobre los riesgos asociados al consumo elevado de carne y los beneficios de dietas basadas en plantas e información a los consumidores sobre la situación de los animales explotados en granjas y mataderos

 

Hay más cerdos que personas en España

 

Además, han denunciado que la dependencia económica en España de sectores como el porcino, "con una producción insostenible (hay más cerdos que personas en España)" y enfocada en la exportación a países como China, ha permitido el crecimiento de una burbuja "muy peligrosa" por las consecuencias de maltrato hacia los animales y medioambientales, sanitarias y de salud para la población; y también por la inestabilidad económica que se puede generar ante crisis como la actual.