Las autoridades de la provincia rusa de Krasnoyarsk, al oeste de Siberia, han anunciado este viernes que demandarán a la compañía Nornickel por los daños medioambientales provocados por un derrame de combustible registrado en mayo de 2020.

La decisión ha sido tomada después de que una corte de arbitraje confirmara que la empresa tendrá que pagar 146.117 millones de rublos (1.600 millones de euros) al ente regulador del medio ambiente, Rosprirodnadzor.

"Era un fallo esperado. Tras esa decisión, presentaremos demandas adicionales para que compensen los daños a los entornos naturales que gestionamos", ha aseverado el gobernador de Krasnoyarsk, Alexandr Uss, según informaciones de la agencia de noticias Sputnik.

El 29 de mayo de 2020 se produjo un vertido de 21.000 toneladas de combustible almacenados en un tanque de la central termoeléctrica de la compañía Nornickel en Norilsk. La contaminación afectó a unos cinco kilómetros cuadrados y a los ríos Ambárnaya y Piásina.

La empresa atribuyó el accidente a problemas en los soportes del tanque debido al descongelamiento del permafrost.