El conflicto entre Azerbaiyán y Armenia por el control de la región separatista de Nagorno Karabaj vivió su último capítulo en las últimas horas, cuando Azerbaiyán lanzó una ofensiva para lograr el control del territorio.

Sumario

 

Finalmente, bajo la mediación rusa, los ocupantes armenios del enclave aceptaron un alto el fuego tras el contundente ataque azerí.

El conflicto de Nagorno Karabaj / Infografía: EA El conflicto de Nagorno Karabaj / Infografía: EA

 

La última crisis de Nagorno Karabaj

 

Heredada la posesión azerí del enclave desde tiempos de la Unión Soviética, el control de Nagorno Karabaj siempre ha estado disputado entre Azerbaiyán y Armenia.

Situado dentro del territorio azerí pero con población mayoritariamente armenia, ambos Estados han permanecido en continuo litigio por el control de Nagorno Karabaj, conocido como Artsaj por los armenios.

Los últimos enfrentamientos ocurrieron en esta semana cuando, tras varias bajas de las tropas azeríes, la escalada de tensión estalló con el duro ataque que Azerbaiyán lanzó contra las posiciones armenias del enclave. El gobierno de Bakú descargó bombardeos de artillería y drones y anunció que no cesaría la operación hasta la rendición de las fuerzas armenias. Finalmente, los combatientes de Nagorno Karabaj se rindieron y asumieron la retirada de las unidades de las Fuerzas Armadas armenias de la zona de pacificación tutelada por los rusos, así como la disolución y desarme de los grupos armados del territorio.

 

El origen de la disputa entre Azerbaiyán y Armenia

 

Este enfrentamiento es sólo el último capítulo de una larga historia de disputa por el enclave. La zona del Cáucaso donde hoy día se asientan Armenia y Azerbaiyán ha sido un continuo intercambio histórico de gobiernos, etnias y religiones. Esta compleja interacción acabó derivando a principios del siglo XX en las naciones de Armenia, de religión mayoritaria cristiano ortodoxa, y Azerbaiyán, mayoritariamente musulmana. Tras varios conflictos entre ambos entre 1918 y 1920, en éste último año ambas acaban englobadas en la URSS.

A pesar de tener una mayoría de población armenia, en 1923 las autoridades soviéticas dan el control de Nagorno Karabaj a la República Soviética de Azerbaiyán, declarándola como región autónoma dentro de su territorio y generando una compleja distribución de fronteras que se repetirá en otros territorios de la antigua URSS con futuros conflictos étnico-religiosos como Chechenia, Osetia o Abjasia.

Este débil equilibrio se mantuvo mientras la URSS mantuvo su poder pero, en los momentos previos a su desmantelamiento, estalla la guerra entre ambas fuerzas en 1988 cuando la Asamblea Regional de Nagorno Karabaj solicitó su inclusión en Armenia. Azerbaiyán trató de reprimir el movimiento separatista mientras el gobierno armenio pasó a respaldarlo, agravándose el conflicto tras la ruptura de la URSS.

Ambas partes llegaron a un alto el fuego en 1994 tras un dramático conflicto en el que murieron unas 30.000 personas. Tras el enfrentamiento, Armenia tomó el control de la región y de algunas zonas adyacentes a la misma. Así, aunque nominalmente el territorio era parte de Azerbaiyán, el control de la zona lo ostentaba un gobierno autoproclamado como república, sin el reconocimiento de la comunidad internacional, pero respaldado por el gobierno armenio.

 

La situación tras el conflicto de 2020

 

Tras dos décadas de calma tensa, de continuas escaramuzas pero sin guerra abierta, en el otoño de 2020 Azerbaiyán lanzó un ataque masivo para recuperar los territorios perdidos en torno al enclave en el anterior conflicto. Tras la paz de noviembre de 2020, alcanzada con la mediación rusa, Azerbaiyán retomaba el control de los territorios alrededor de Nagorno Karabaj, pero no el del enclave.

Para vigilar esa precaria tregua Rusia desplegó entre 2.000 y 3.000 efectivos que tutelarían el acuerdo. En un nuevo paso más de la escalada de tensión, Azerbaiyán bloqueó el corredor de Lachin, la única ruta que comunica Nagorno Karabaj con Armenia y clave para el suministro de las 120.000 personas que viven en una región montañosa, con escasos recursos para la supervivencia, y que tras el último ataque azerí se abre a un nuevo escenario de su histórica y compleja existencia.

Un grupo de expertos de la Organización de Naciones Unidas ( ONU) (1) en derechos humanos expresó este mismo agosto de 2023 su profunda preocupación ante la persistente situación del bloqueo por parte de Azerbaiyán en el corredor de Lachin, una problemática que desencaba una grave crisis humanitaria en la región.

 

Azerbaiyán, un "socio fiable" de la UE en el suministro de gas

 

Azerbaiyán es un importante socio de la Unión Europea (UE) en el suministro de gas y petróleo a través de gasoductos.

La posición estratégica de Azerbaiyán como proveedor de recursos energéticos clave para la UE le otorga un papel crucial en la geopolítica energética europea. Cualquier interrupción en el suministro de gas y petróleo podría tener un impacto significativo en la economía europea y en la estabilidad energética del continente.

En una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, en la capital del país caucásico, Bakú, en julio de 2022 Ursula von der Leyen destacó la importancia de Azerbaiyán como un socio energético fundamental para la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea subrayó que a lo largo del tiempo, Azerbaiyán ha demostrado ser un "socio fiable" en términos de suministro energético.

Referencias