El carbón es un "regalo" clásico de los Reyes Magos y Papá Noel para los niños y niñas que no se han portado bien, pero esta tradición "anticuada y potencialmente perjudicial" debería terminarse, según publican en el número de Navidad de la revista The BMJ (1) la pediatra Tamsin Holland Brown y sus hijas Lilac y Marigold.

 

Combustible fósil no renovable

 

Recuerdan que la quema de este combustible fósil no renovable no sólo agrava la crisis climática, sino que su impacto en la calidad del aire y es muy perjudicial para la salud de niños y niñas. "Sería bueno, por el amor de Dios, que el carbón se dejara bajo tierra", argumentan.

 

Niños y niñas necesitan cuidados y cariño, no carbón

 

Pero, además, recibir un trozo de carbón también podría tener un impacto negativo en la salud mental de niñas y niños, sugieren. Dado que la pandemia de covid-19, la guerra, la crisis del coste de la vida y la emergencia climática ya han aumentado la ansiedad, las autoras sugieren que fomentar las amistades y las conexiones entre generaciones "podría combatir la ansiedad" mejor que un trozo de carbón. Niños y niñas necesitan cuidados y cariño, no carbón.

 Abogan por recompensar el "mal comportamiento", citando a Greta Thunberg, la activista ecológica que inspiró a millones de niñas y niños a hacer huelgas escolares por el clima

Los jóvenes de 10 a 24 años constituyen una cuarta parte de la población mundial, por lo que su voz colectiva es fuerte. Abogan por recompensar el "mal comportamiento", citando a Greta Thunberg, la activista ecológica que inspiró a millones de niñas y niños a hacer huelgas escolares por el clima. Como dice Thunberg, niñas y niños "no pueden salvar el mundo siguiendo las reglas establecidas", así que merecen estar en la lista de los buenos, no de los malos, sugieren las autoras.

 

Son los adultos los que se portan mal

 

Así que, como alternativas al carbón como castigo, sugieren regalos reciclados, alimentos vegetales, paseos por la naturaleza, novelas inspiradoras.

Aunque las coautoras Lilac y Marigold han admitido que faltaron al colegio para asistir a una marcha por el clima en 2019, señalan que "el carbón es un combustible fósil y, por tanto, darlo a niñas y niños significa que son los adultos los que se portan mal. Tenemos que ser amables con el mundo", concluyen.

Referencias