La tortuga gigante de Fernandina, llamada Fernanda en honor a su hogar en la isla Fernandina, en Galápagos, se ha confirmado que sigue viva a pesar de que se había dado por extinguida.

Se trata de la primera de su especie identificada en más de un siglo, anuncian los investigadors en la revista Communications Biology (1).

La tortuga gigante de Fernandina (Chelonoidis phantasticus) solo se conocía por un único ejemplar, recogido en 1906. El descubrimiento en 2019 de una tortuga hembra que vivía en la isla Fernandina brindó la oportunidad de determinar si la especie sigue viva.

Al secuenciar los genomas tanto del individuo vivo como del espécimen del museo, y compararlos con las otras 13 especies de tortugas gigantes de las Galápagos, Stephen Gaughran, de Princeton (Estados Unidos), demostró que las dos tortugas fernandinas conocidas son miembros de la misma especie, genéticamente distinta de todas las demás.

"Durante muchos años se pensó que el espécimen original recogido en 1906 había sido trasplantado a la isla, ya que era el único de su especie –explica Peter Grant, profesor emérito de zoología de la promoción de 1877 de Princeton y profesor emérito de ecología y biología evolutiva que ha pasado más de 40 años estudiando la evolución en las islas Galápagos–. Ahora parece ser una de las pocas que estaban vivas hace un siglo".

 

Dudaron de que lo fuera realmente

 

Cuando se descubrió a Fernanda, muchos ecologistas dudaron de que fuera realmente una tortuga phantasticus nativa. Carece del llamativo ensanchamiento de la espalda del espécimen histórico macho, aunque los científicos especularon que su crecimiento obviamente atrofiado podría haber distorsionado sus rasgos. Las tortugas no pueden nadar de una isla a otra, pero sí flotan, y pueden ser transportadas de una isla a otra de las Galápagos durante los huracanes u otras tormentas importantes. También hay registros históricos de marineros que trasladan las tortugas entre islas.

"Como mucha gente, mi sospecha inicial era que no se trataba de una tortuga nativa de la isla Fernandina", reconoce Gaughran, investigador postdoctoral en ecología y biología evolutiva en Princeton.

Para determinar definitivamente la especie de Fernanda, Gaughran secuenció su genoma completo y lo comparó con el genoma que pudo recuperar del espécimen recogido en 1906. También comparó esos dos genomas con muestras de las otras 13 especies de tortugas de Galápagos: tres individuos de cada una de las 12 especies vivas y un individuo de la extinta C. abingdonii.

"Vimos -sinceramente, para mi sorpresa- que Fernanda era muy similar a la que encontraron en esa isla hace más de 100 años, y ambas eran muy diferentes de todas las tortugas de las otras islas", recuerda Gaughran, que realizó los análisis tras llegar a la Universidad en febrero de 2021.

Referencias