Investigadores españoles han hallado nuevas zonas que podrían convertirse en lugares exitosos de anidación para la tortuga boba (Caretta caretta) en las playas del Mediterráneo, lo que abre nuevas vías para proteger a esta especie amenazada por los cambios de las condiciones climáticas y medioambientales.

El estudio, en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que se ha publicado en la revista Scientific Reports, concluye que puede haber nuevas vías para proteger la especie tras haber descubierto estas nuevas posibles zonas de anidación.

Las tortugas marinas vuelven a su lugar de nacimiento para reproducirse y nidificar, aunque esté a miles de kilómetros, por lo que los investigadores destacan que hallar regiones adecuadas es fundamental para el futuro de la especie, Caretta caretta, que es la tortuga marina más común en las aguas españolas.

El estudio concluye que las playas del Mediterráneo occidental reúnen las condiciones de temperatura adecuadas para asegurar el éxito de los nidos ahora y en el futuro. En las tortugas marinas, el sexo de las crías viene determinado por la temperatura de incubación de los huevos en la arena de las playas.

El aumento de la temperatura por el calentamiento global podría explicar la creciente feminización de las crías, relacionada con una menor tasa de supervivencia de la especie.

Una tortuga marina que anida en España

La Caretta caretta es la única tortuga marina que anida con éxito en España y suele hacerlo en playas arenosas, donde entierra los huevos a unos 50 centímetros de profundidad. La investigación, que ha sido dirigida por la Universidad de Barcelona, señala que las tortugas marinas han sido capaces de iniciar la anidación en zonas más frías que sus regiones de origen.

El investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana Adolfo Marco ha explicado que descubrir zonas con anidación esporádica exitosa puede servir para proteger y favorecer a la especie con una alta productividad de esos nidos aislados. "Podemos contribuir al éxito de esa colonización y, por tanto, ayudar a especies amenazadas a resolver un grave problema derivado del calentamiento del clima", ha defendido.

En el experimento se ha analizado el fragmento del ADN mitocondrial (relacionado con la madre) de 121 muestras de 18 nidos localizados en playas de la costa mediterránea occidental.

El análisis revela que los nidos son eventos de colonización esporádicos asociados a juveniles nacidos en regiones muy distantes, pero que obtienen el alimento en zonas del litoral de la Península Ibérica.

Además, han estudiado la calidad de las playas elegidas por las tortugas y han comprobado que algunas de ellas son adecuadas y viables no sólo en la actualidad, sino también a largo plazo.

"Nuestro hallazgo supone una esperanza para estas tortugas, que a lo largo de su vida se enfrentan a muchos peligros, no sólo a sus depredadores habituales, sino a las pescas accidentales o mueren por inanición al quedarse atrapadas en redes abandonadas", ha concluido.