El incendio forestal declarado el pasado miércoles en Sierra Bermeja, que ha costado la vida a un bombero, ha obligado a desalojar a miles de personas en varios municipios de Málaga y ha arrasado más de 7.400 hectáreas de terreno es lo que los expertos llaman un incendio de sexta generación. Respondemos algunas de las dudas más frecuentes sobre este tipo de catástrofes.

 

¿Qué es un incendio de sexta generación?

 

Según los describe Greenpeace en su informe Protege el bosque, protege tu casa, los incendios de sexta generación son aquellos que "liberan tal nivel de energía que modifican la meteorología de su entorno creando tormentas de fuego".

Son mega-incendios "causados por la aridez extrema" a "consecuencia del cambio climático". "Los bosques que van quedando fuera de rango climático están extremadamente disponibles para quemar. Estos incendios liberan tanta energía que además de tener una atmósfera que les favorece, la aprovechan y la modifican, generando tormentas de fuego", señala la organización ecologista.

 

¿Cómo de grande es el incendio de sierra bermeja?

 

La mayoría de incendios que se producen en España son conatos que no llegan a 500 hectáreas quemadas. El año pasado se produjeron 7.745 fuegos que quemaron en total 65.923,08 hectáreas, es decir, una media de 8,5 hectárea por incendio, lo que queda muy lejos de las más de 7.400 hectáreas afectadas por el incendio de Sierra Bermeja.

No obstante, los expertos vienen alertando del aumento de grandes incendios, más destructivos. En 2019, de 10.905 incendios, sólo 14 fueron considerados grandes incendios, pero supusieron el 34% de la superficie forestal afectada por los fuegos ese año. El mayor, el de Valleseco (Las Palmas) ardió durante 40 días arrasó 8.498 hectáreas.

Incendio en Sierra Bermeja (Málaga) / Foto: Copernicus - EP Incendio en Sierra Bermeja (Málaga) / Foto: Copernicus - EP

 

¿Qué se puede hacer para frenar un incendio de sexta generación?

 

En su informe 'Paisajes cortafuegos' de este año, WWF alerta del impacto de los incendios de sexta generación imposibles de apagar y convertidos en emergencias sociales, cuyas muertes a escala mundial se han incrementado un 276% en los últimos años.

La organización señala que hay que transformar el territorio para que sea menos inflamable y evitar el impacto de decenas de miles de incendios forestales cada año. La clave pasa por recuperar el paisaje mosaico, de manera que se conjugue un tejido productivo con la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. Y esto solo se puede lograr si se recuperan los paisajes tradicionales, que son aquellos donde existen pastos con usos ganaderos extensivos, masas forestales bien gestionadas, cultivos extensivos y bosques autóctonos.

 

¿Qué es un pirocúmulo?

 

El incendio de Sierra Bermeja ha provocado un pirocúmulo, que es una nube que se forma por encima de una columna de humo gracias principalmente al aporte de humedad y energía que se produce en un incendio forestal. Técnicamente se le llama "flammagenitus". No es el humo del incendio, sino la nube que se forma justo encima, según explica la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Según la NASA este tipo de nubes suele ser la más peligrosa, dado que al generar una nube de tormenta pueden provocar que el fuego se extienda o que se generen nuevos focos de incendios.

 

¿Cuántas personas trabajan en su extinción?

 

Casi 1.000 profesionales trabajan en tareas de extinción y protección a la población afectada por este gran incendio, que lleva más de 7.780, hectáreas afectadas de varios municipios y en el que el pasado jueves falleció un bombero del Infoca.

 

La opinión de los expertos

 

El catedrático de la Universidad de Málaga (UMA), José Damián Ruiz Sinoga, ha asegurado que los meses secos pasados, la vegetación mediterránea y la orografía del terreno han supuesto "un caldo de cultivo excelente" para "el incendio más complejo de los últimos tiempos".

El verano seco y los abundantes días de terral en la Costa del Sol han aumentado la superficie combustible en este flanco suroeste de la serranía de Ronda, según ha detallado Ruiz Sinoga en declaraciones a Europa Press.

Además, el tipo de vegetación, "poco resistente al fuego", y el relieve, con escarpadas laderas que dificultan el acceso a los equipos de extinción, han compuesto una "situación excepcional".

Ruiz Sinoga destaca la relación entre velocidad e intensidad del fuego y advierte de la importancia de las diferencias terminológicas entre "calcinar, arder o chamuscar" para hacer una evaluación correcta de la situación.

En este sentido, ha afirmado que, "de momento, debemos abstenernos de hacer valoraciones para no dar informaciones negativas o erróneas", ya que aún estamos viendo imágenes "en caliente" y hay personas "jugándose la vida".

"Me parece frívolo opinar en esta situación. Los agentes del Infoca tienen mucha experiencia y saben lo que hacen. Ya habrá tiempo de evaluar lo sucedido", ha agregado.