La Unidad de Botánica de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) coordina un proyecto de biodiversidad que recorrerá calles, parques y zonas periurbanas de Madrid capital para identificar plantas silvestres que, pese a la fuerte urbanización de la ciudad, consiguen vivir.

El proyecto, enmarcado dentro del Plan Director de Fomento y Gestión de la Biodiversidad en la Infraestructura Verde del Ayuntamiento de Madrid, se encuentra en las primeras fases de desarrollo y se prolongará hasta 2022. Entre los primeros resultados ya se han identificado dos nuevas especies en la ciudad.

La chicoreta (Centaurea pullata), planta que solo estaba citada en una ocasión en el entorno de Aranjuez, se ha localizado en los olivares del parque Juan Carlos I. Otro caso singular es el de los guisantes pintados (Lathyrus clymenum), registrados en Madrid en 1861, que no se habían vuelto a citar hasta 140 años después, y se han encontrado en diversos solares del distrito de Hortaleza.

“Estas correrías botánicas no han hecho más que empezar por lo que resulta difícil saber cuántas novedades más se irán produciendo en el ámbito de la flora de la ciudad de Madrid. El proyecto coordinado desde la Complutense ofrecerá al final una inmejorable herramienta para la gestión de la biodiversidad de la ciudad de Madrid”, señala Iñaki Mola, botánico contratado para el desarrollo del proyecto.

 

Un libro ilustrado para amantes de la naturaleza

 

Una docena de botánicos y botánicas madrileñas, algunos pertenecientes a la UCM, otros de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad Europea de Madrid, participan en el proyecto.
El objetivo es “mostrar la importancia de las plantas silvestres en la cultura de la ciudad”, apunta Felipe Domínguez Lozano, investigador del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.

Además, el Ayuntamiento de la capital planea elaborar un libro ilustrado con todas las especies madrileñas, así como una base de datos en línea. “Con el confinamiento como medida sanitaria muchas personas han descubierto que la naturaleza vive muy cerca de sus hogares. La ciudad, y no solo el campo, es una fuente de satisfacción para los amantes de la naturaleza y en concreto de las plantas silvestres”, concluye Domínguez Lozano.

Equipo de botánicos

Parte del equipo de botánicos del proyecto realizando un inventario de las plantas silvestres en el barrio de Moratalaz. / Felipe Domínguez Lozano