La Unión por el Mediterráneo (UpM) y la red de Científicos del Mediterráneo sobre el Cambio Climático y Ambiental (MedECC) han reclamado medidas "inmediatas y coordinadas" para hacer frente a la crisis climática y ambiental. Además, han advertido que el Mediterráneo podría calentarse hasta 5,6ºC de cara al 2100 en función de las emisiones.

 

Mediterráneo, un punto "crítico" del clima mundial

 

Así se han expresado el secretario general adjunto de la UpM, Grammenos Mastrojeni, y la científica principal de EFIMED y miembro de la red MedECC, profesora Magda Bou Dagher Kharrat, desde la Cumbre del Clima (COP30), que se celebra estos días en Belém (Brasil). Allí, ambos expertos han presentado los hallazgos científicos extraídos de las últimas investigaciones disponibles y han incidido en que el Mediterráneo es un punto "crítico" del clima mundial.

De esta manera, estos expertas/os han advertido que la media de calentamiento en la región ya ha alcanzado aproximadamente los +1,5°C y que sus proyecciones marcan subidas de temperatura que van de los +2,2°C a los +5,6°C de cara al 2100 en función de los escenarios de emisiones. Además, han avisado de que se calcula que las precipitaciones en el Mediterráneo van a disminuir entre un 10 y un 30%, lo que consecuentemente va a agravar el estrés hídrico en la agricultura, los sistemas energéticos y las ciudades.

Se calcula que las precipitaciones en el Mediterráneo van a disminuir entre un 10 y un 30%, lo que consecuentemente va a agravar el estrés hídrico en la agricultura, los sistemas energéticos y las ciudades

 

Riesgos costeros siguen en aumento

 

A su vez, han recalcado que los riesgos costeros siguen en aumento. En este sentido, han señalado que el nivel del Mediterráneo se eleva unos 2,8 milímetros (mm) al año y que un aumento de un metro del nivel del mar durante este siglo podría cambiar el litoral, poniendo en riesgo ciudades como Alejandría, Venecia, Barcelona, Túnez y Esmirna.

Por esta parte, han vuelto a repetir uno de los titulares que dejaron en la COP29 del año pasado en Bakú (Azerbaiyán): de aquí a 2100, estiman que hasta 20 millones de personas podrían verse forzadas a desplazarse de forma permanente desde las zonas costeras mediterráneas si persisten las tendencias actuales.

De aquí a 2100, estiman que hasta 20 millones de personas podrían verse forzadas a desplazarse de forma permanente desde las zonas costeras mediterráneas si persisten las tendencias actuales

Al margen de ello, los científicos han avisado que la pérdida de biodiversidad se está acelerando tanto en los ecosistemas terrestres como en los marinos y han añadido que ésta se está viendo agravada por la creciente presión de las actividades humanas. Además, han hablado de cómo los sistemas alimentarios están sufriendo por el descenso en el rendimiento de cultivos como el olivo, la vid y el trigo, mientras que la reducción de las poblaciones de peces está aumentando la dependencia de las importaciones.

De forma paralela, han incidido en que la sanidad pública está viendo su carga incrementada por las olas de calor, que son cada vez más frecuentes; la propagación de las enfermedades transmitidas por vectores y el deterioro de la calidad del aire. En este marco, la UpM ha abogado por una reducción más rápida de las emisiones, una adaptación a gran escala, una gestión costera resiliente para proteger a las personas, las economías y los ecosistemas del Mediterráneo.

Asimismo, la organización ha defendido por avanzar hacia una economía circular para frenar la contaminación y reforzar la cooperación regional con el fin de movilizar financiación y compartir soluciones eficaces. De cara al futuro, la red MedECC, con el apoyo de la UpM, está preparando el Segundo Informe de Evaluación del Mediterráneo (MAR2), previsto para finales del 2026.