Cada año se descubren unas 18.000 nuevas especies, una cifra inabarcable incluso hasta para los más interesados. Un comité internacional del Instituto para la Exploración de Especies selecciona las 10 más llamativas y publica el listado cada 23 de mayo, coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Carlos Linneo, naturalista sueco del siglo XVIII y padre de la taxonomía moderna, para hacernos reflexionar sobre lo poco que conocemos de la vida en la Tierra y respecto a la importancia de su conservación.

Las cifras varían según los científicos que realizan las estimaciones, pero podríamos ignorar aún que convivimos con unos 12 millones de especies de seres vivos multicelulares, cinco veces más de las identificadas y registradas. Los ceros se multiplican si contamos también a los microorganismos: un nuevo modelo matemático, publicado la pasada semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, predice que la Tierra podría albergar un billón (un millón de millones) de especies, de las cuales sólo conocemos el 0,00001%.

El Top 10 de nuevas especies de 2015 incluye a las siguientes: 

La pequeña mona Laia. Era un mono hembra que vivió hace 11,6 millones de años, antes de que los linajes de los humanos y los grandes simios se distanciaran del de los gibones. De la especie Pliobates cataloniae, Laia (un nombre de mujer catalán) pesaba entre los cuatro y cinco kilos, lo que hace pensar que tenía una estatura de unos 43 centímetros; se alimentaba de frutos blandos y trepaba por las copas de los árboles colgándose eventualmente de las ramas.

Fragmentos de sus restos fueron descubiertos en el término municipal de Els Hostalets de Pierola (Barcelona) en 2011. El hallazgo, hecho público el pasado año, plantea la posibilidad de que los primeros humanos podrían haber estado más relacionados con los gibones que con los grandes simios.

Algunos de los hallazgos pueden dar pistas sobre el origen de los humanos

Un nuevo homínido. Las características anatómicas del Homo naledi, hallado en el sistema de cuevas Rising Star de Suráfrica, son una mezcla del Australopithecus y otras especies de Homo, con las que comparte una locomoción compleja y los sistemas de manipulación y masticación. El tamaño corporal, la estatura, las manos y los pies son similares a los de un humano moderno. Pero sus cajas craneal y torácica, los hombros y la pelvis se asemejan más a los de los antepasados que vivieron hace entre dos y cuatro millones de años. 

Los restos fósiles hallados son de al menos 15 individuos diferentes, la mayor colección de una sola especie de homínido que se haya descubierto en el continente africano. La edad exacta de los mismos, todavía por determinar, tendrá implicaciones para la historia de la evolución humana.

Una nueva tortuga gigante en las Galápagos. Tras un análisis detallado de su genética y morfología, los expertos han encontrado diferencias entre las poblaciones oriental y occidental de tortugas gigantes en la isla Santa Cruz (archipiélago de Galápagos, Ecuador): la oriental, más pequeña, con unos 250 individuos, es una especie distinta y nueva. Por tanto, la que era conocida, Chelonoidis porteri, tiene un alcance geográfico más limitado de lo que se creía. Y se deberá tener cuidado para mantener el aislamiento natural de las dos especies y garantizar la pureza genética de ambas. La nueva ha sido bautizada como Chelonoidis donfaustoi en honor a un guardia del parque nacional conocido como Don Fausto, quien trabajó 43 años para conservar las tortugas gigantes de las Galápagos.

Los crustáceos arquitectos. Los científicos han descubierto en una cueva de Brasil una nueva subfamilia, género y especie de isópodo (el orden más diverso de crustáceos marinos o terrestres). Ciego y sin pigmentación, de poco más de nueve milímetros de largo, el Iuiuniscus iuiuensis tiene un comportamiento nunca antes visto en su familia: construye refugios de barro esféricos de forma irregular en los que habita durante su muda, cuando es más vulnerable a los depredadores.

Compartida en las redes sociales

Un nuevo rape pescador. A un pez lofiforme le ha tocado ser la especie más fea del listado, según los científicos. De apenas 50 milímetros de largo, el Lasiognathus dinema fue descubierto en el Golfo de México durante un proceso de evaluación de la zona como consecuencia del desastre ecológico de la plataforma petrolera Deepwater Horizon en 2010.

Como las diferentes especies de rape, ésta se caracteriza por tener una estructura inusual suspendida sobre sus cabezas que recuerda a una caña de pescar. Se trata de una protuberancia de la espina dorsal que sobresale sobre sus bocas y en cuya punta habitan bacterias bioluminiscentes que, al emitir luz, atraen a sus presas (la luz es un bien escaso o nulo en las profundidades del océano).

El dragón colorado. Los dragones de mar están relacionados con los caballitos de mar y son una combinación única y hermosa. La nueva especie Phyllopteryx dewysea, encontrada en la costa de Australia Occidental, mide 240 milímetros de largo. Es de color rojo rubí y tiene líneas verticales rosas. El hallazgo nos recuerda todo lo que queda por descubrir sobre la diversidad de la fauna marina, porque, ¿cómo había podido escapar de nuestros ojos viviendo como lo hace en aguas poco profundas?

Un escarabajo mini. Bautizado como Phytotelmatrichis osopaddington por el personaje de literatura infantil clásica Oso Paddington es, al igual que él, oriundo de Perú. Es tan pequeño que, señalan sus descubridores, para alcanzar una pulgada (2,54 centímetros) haría falta poner en fila a 25 de ellos. Tiene una forma peculiar de vida: su hogar son los charcos de agua que se forman en los huecos de las plantas y se alimenta de materiales en descomposición.

Cerca de 70 caballitos del diablo y libélulas se describieron en una sola publicación

El caballito del diablo amoroso. El Umma gumma es sólo uno de los numerosos caballitos del diablo y libélulas descubiertos en África el pasado año: 69 nuevas especies se describieron en una sola publicación dándose un gran paso en el conocimiento de los odonatos, un orden de insectos con unas 6.000 especies a día de hoy. La mayor parte de las nuevas especies son muy coloridas y distintas entre sí, con lo que basta una fotografía para diferenciarlas. Su nombre recordará a los fans del rock a la banda Pink Floyd, que publicó en 1969 el doble álbum Ummagumma (que en argot inglés significa también hacer el amor).

La planta carnívora de Facebook. Las redes sociales han sacado a la luz a la especie Drosera magnifica, descubierta en Brasil. Es el rocío del sol, uno de los géneros más numerosos de plantas carnívoras, el más grande nunca visto en América, que llega a crecer hasta los 123 centímetros. Segrega una mucosidad espesa en la superficie de sus hojas que atrapa a los confiados insectos que luego digiere para compensar la nutrición inadecuada disponible en los suelos donde crece. Que se sepa, sólo existe en la cima de una montaña de Brasil a 1.550 metros sobre el nivel del mar. Aunque allí son abundantes, su hábitat está aislado, es limitado y frágil, por lo que se considera en peligro crítico de extinción.

El árbol olvidado. La especie Sirdavidia solannona ha pasado desapercibida hasta el pasado año a tan sólo pocos metros de la carretera principal del Parque Nacional de los Montes de Cristal en Gabón, una de las zonas más estudiadas del país centroafricano. Su pequeño tamaño, menos de seis metros de altura y 10 centímetros de diámetro, podría estar detrás de este descuido.

Es la única representante del género Sirdavida y su pariente más cercano se encuentra en Tanzania, al otro lado del continente africano, a unos 3.000 kilómetros de distancia, aunque, curiosamente, sus flores se parecen a algunas plantas de la familia de las solanáceas, que incluye especies alimenticias tan importantes como las patatas, los tomates y las berenjenas. Los científicos están estudiando si las abejas provocan la dispersión de su polen por medio de los ultrasonidos generados por la vibración de sus alas.