Un análisis cartográfico de alta resolución, el primero de su clase, ha estimado las cantidades de nitrógeno y patógenos liberados en los ecosistemas costeros por las fuentes de aguas residuales humanas en todo el mundo, según publican la investigadora Cascade Tuholske, de la Columbia Climate School, y sus colegas de la Universidad de California, en Estados Unidos, en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE'.

 

Patógenos causantes de enfermedades

 

Las aguas residuales humanas pueden introducir en el océano patógenos causantes de enfermedades y nitrógeno, lo que puede repercutir en la salud humana, así como en los ecosistemas costeros y las comunidades que dependen de ellos para fines como la pesca. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones sobre el impacto humano en los ecosistemas costeros se han centrado en la escorrentía agrícola, mientras que las investigaciones sobre las aguas residuales humanas han sido limitadas.

 

Aguas residuales de 135.000 cuencas hidrográficas

 

Para captar mejor el impacto de las aguas residuales en los ecosistemas costeros, Tuholske y sus colegas realizaron un novedoso análisis en el que estimaron y cartografiaron las entradas de nitrógeno y patógenos en el océano procedentes de las aguas residuales de unas 135.000 cuencas hidrográficas de todo el mundo con una resolución de 1 kilómetro.

La evaluación empleó datos de alta resolución recientemente disponibles sobre las poblaciones humanas mundiales y modeló cómo los penachos de aguas residuales que entran en el océano se solapan con diferentes ecosistemas.

El análisis sugiere que las aguas residuales del alcantarillado humano introducen 6,2 teragramas de nitrógeno en los ecosistemas costeros al año; en comparación, esto supone alrededor del 40% de las entradas estimadas de la agricultura. El 63% del nitrógeno procede de los sistemas de alcantarillado, el 5% de los sistemas sépticos y el 32% de los aportes directos sin tratar.

 

India, Corea y China, y los ríos Yangtze y Brahmaputra

 

La mayoría de las cuencas hidrográficas que parecen liberar la mayor cantidad de nitrógeno procedente de las aguas residuales se encuentran en India, Corea y China, y el río Yangtze aporta el 11% del total mundial. Las investigadoras también identificaron puntos críticos de exposición de los arrecifes de coral al nitrógeno en China, Kenia, Haití, India y Yemen. Los puntos calientes de exposición de las praderas marinas se encontraron en Ghana, Kuwait, India, Nigeria y China. Los ríos Yangtze y Brahmaputra son los que presentan una mayor entrada de patógenos.

Será necesario seguir investigando para perfeccionar el modelo y sus estimaciones, advierten los investigadores. No obstante, este trabajo proporciona un nuevo recurso que podría desempeñar un papel clave en los esfuerzos por mitigar los daños a los ecosistemas y a la salud humana, por ejemplo, destacando los lugares en los que es especialmente importante tener en cuenta las compensaciones entre la gestión de los niveles de nitrógeno y de patógenos.

"La magnitud del impacto de las aguas residuales en los ecosistemas costeros de todo el mundo es asombrosa -añaden las autoras-. Pero como hemos cartografiado los aportes de aguas residuales al océano en más de 135.000 cuencas hidrográficas, nuestros resultados identifican áreas prioritarias para ayudar a los grupos de conservación marina y a los funcionarios de salud pública a trabajar juntos y reducir los impactos de las aguas residuales en las aguas costeras de todo el planeta".