Investigadores de SEO/BirdLife y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han detectado un total de 59 microcontaminantes orgánicos de diversas familias químicas en el agua de 140 de las 469 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) de toda España.

Estos microcontaminantes proceden en su mayoría de la actividad agrícola y humana, así como de los efluentes de las plantas de tratamiento de aguas

La investigación, realizada en el marco del Proyecto LIBERA, concluye que todos estos microcontaminantes proceden en su mayoría de la actividad agrícola y humana, así como de los efluentes de las plantas de tratamiento de aguas.

 

Muestras de agua, suelo, sedimento y heces de zorro

 

El estudio ha analizado la presencia de contaminantes por basuraleza 140 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (AICA) (IBA Important Bird Area) españolas (de las 469 existentes) por medio de la toma de muestras de agua, suelo, sedimento y heces de zorro para conocer el impacto en el medio natural de los contaminantes.

Los investigadores/investigadoras --procedentes del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC, UCLM, JCCM), ambos pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-- han señalado 52 IBA con niveles de contaminantes que podrían dificultar la pervivencia de los ecosistemas acuáticos y su conservación.

Según SEO/BirdLife, en España las IBA --también categorizadas como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) dentro de la normativa europea-- han permitido la protección de más de 10 millones de hectáreas de Red Natura 2000. Por ello, la Comisión Europea, los tribunales, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico(MITECO) y las Comunidades Autónomas las tienen en cuenta en todo tipo de procedimientos de impacto ambiental.

 

Preocupación en los ecosistemas acuáticos

 

Los resultados de esta investigación han puesto el foco de preocupación en los ecosistemas acuáticos de las IBA de La Campiña de Carmona (Sevilla), los Saladares de Guadalentín (Murcia) y las Hoces del Turia y los Serranos (Valencia) al revelarse el alto impacto que en ellos tiene el insecticida clorpirifós y el fármaco venlafaxina, dos contaminantes con efectos neurotóxicos, persistentes y bioacumulativos en la fauna acuática.

El insecticida clorpirifós y el fármaco venlafaxina, dos contaminantes con efectos neurotóxicos, persistentes y bioacumulativos en la fauna acuática

"La contaminación química puede generar efectos nocivos cuando alcanza los ecosistemas acuáticos, ya que supone la degradación del hábitat y la pérdida de biodiversidad en los lugares más vulnerables", ha afirmado el investigador del IREC-CSIC y autor del estudio, Rafael Mateo.

 

84% de las muestras contenían fármacos y el 76% cafeína y nicotina

 

Asimismo, los datos han reflejado que el 84% de las muestras contenían fármacos como la venlafaxina, la carbamazepina o el tramadol; en el 76% estaba presente la cafeína y nicotina. Además, se hallaron restos de pesticidas, ésteres organofosforados, compuestos perfluorados (como teflón, o de las espumas contra incendios, y utilizados en la industria agroalimentaria y en productos de construcción y domésticos) y benzofenona (empleada en cosmética y en la industria del plástico como aditivo).

La investigación ha puesto de manifiesto la importancia de los trabajos de monitorización de los ecosistemas acuáticos en las IBA y otras áreas naturales. Además, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha destacado que la investigación evidencia que existe un "problema ambiental y de salud pública generalizado y de primer orden" que precisa de "soluciones sobre el terreno, de seguimiento para comprobar cómo evoluciona y de mucha más investigación".

Existe un problema ambiental y de salud pública generalizado y de primer orden que precisa de soluciones sobre el terreno, de seguimiento para comprobar cómo evoluciona y de mucha más investigación

ASUNCIÓN RUIZ, directora ejecutiva de SEO/BirdLife

"Partiendo de los resultados de este estudio, debemos implicar a todos los agentes, públicos y privados, a ser parte de la solución al problema de la basuraleza. Y, en última instancia, cada uno de nosotros debemos adoptar una posición activa para reducir nuestra generación de residuos y transitar hacia un cambio de modelo de producción y consumo más respetuoso con los recursos naturales.", ha señalado la consejera delegada de Ecoembes, Rosa Trigo.