Según detalla Ramón Lecumberri, -codirector de Hematología y Hemoterapia de la Clínica Universidad de Navarra- este trastorno es la obstrucción de las venas, por coágulos o trombos, que recogen la sangre del cerebro en su retorno hacia el corazón. “Es un trastorno infrecuente y se asocia a enfermedades de sangre u otras situaciones que inducen a un estado de hipercoagulabilidad, donde se facilitan la formación de coágulos”, precisa.

Este trastorno se relaciona con enfermedades oncológicas, infecciones graves, trombofilias –propensión a tener complicaciones trombóticas–. También hay una mayor incidencia con el consumo de tratamientos hormonales con alto contenido en estrógeno y métodos anticonceptivos hormonales combinados, aunque en estos casos el riesgo es muy bajo.

Este trastorno tiene una incidencia baja, “cercana a 0,5-1 casos por cada 100.000 habitantes al año”, detalla. A esto añade que en mujeres en edad fértil, “posiblemente ligado al consumo de estrógenos, embarazos o puerperio”, hay una incidencia algo más alta.

El principal síntoma, explica, es el dolor de cabeza “que no responde bien a los analgésicos habituales, presente desde primera hora de la mañana y empeora al hacer esfuerzo”. También puede haber alteraciones visuales, visión borrosa, náuseas o vómitos y, de manera más rara, pérdida de fuerza, dificultad para hablar y convulsiones.

Es un trastorno que tiene tratamiento mediante anticoagulantes, “que hacen la sangre un poco más líquida y facilitan que el organismo disuelva el propio trombo formado”. En algunos casos seleccionados, es posible hacer tratamientos mecánicos por catéteres dirigidos a eliminar el coágulo, "pero son situaciones muy excepcionales".

En España, la recuperación tras una trombosis venosa cerebral es completa en aproximadamente un 80 % de los pacientes, según ha explicado en un comunicado la Sociedad Española de Neurología: “Solo un 5 % desarrolla algún tipo de secuela severa, por lo que el pronóstico de esta enfermedad es mucho más favorable que en otro tipo de enfermedades cerebrovasculares”.