La aldea de El Rocío, en Almonte (Huelva), vivirá este jueves una nueva cita de la Saca de las Yeguas, que tiene lugar cada 26 de junio, cuando las yeguas y potros salen de Doñana para permanecer en Almonte, que se convierte en epicentro de las faenas marismeñas.
La Saca de las Yeguas
Este año se espera la llegada de unas 1.300 cabezas de ganado --200 menos que en 2024--, pertenecientes a la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, con cerca de 700 socios, de cuyo paso serán testigos, entre otras autoridades.
Así, el día 26 de junio el municipio de Almonte cumple con una de sus tradiciones más longevas. Por la festividad de San Juan, los yegüerizos se adentrarán para agrupar al ganado por las marismas en el Espacio Natural de Doñana, en enclaves tan emblemáticos como Marismillas, Matasgordas o Las Mogeas. Una vez reunidas en las playas marismeñas las tropas son trasladadas, desfilando por la mañana frente al Santuario de la Virgen del Rocío, siendo bendecidas por el mismo capellán de la ermita, tanto al ganado como a los yegüerizos.
Desde allí, emprenden el camino hacia Almonte, haciendo sesteo a pocos kilómetros de la localidad para hacer la entrada en sus calles al atardecer. Serán guiadas después hacia el recinto ganadero, donde permanecerán varios días, realizándose varias faenas como el herrado y marcaje a los potros y la tuza (corte de crines), para su posterior venta. Todo ello coincide con la celebración de la feria local, dedicada a San Pedro, que, en su origen, estuvo motivada por la venta de ganado allá por el año 1873.
comenzó a regularizarse por medio de una ordenanza del Duque de Medina Sidonia en 1504, aunque existen documentos del año 973 que ya datan a estas faenas ganaderas y a la figura del yegüerizo
Se trata de una de las tradiciones más emblemáticas que comenzó a regularizarse por medio de una ordenanza del Duque de Medina Sidonia en 1504, aunque existen documentos del año 973 que ya datan a estas faenas ganaderas y a la figura del yegüerizo
Especialmente multitudinario es el paso de los equinos por el Santuario de la Virgen del Rocío, donde se realizará un acto de bendición y rezo de la Salve al paso de la última tropa. El horario aproximado es el de las 09,30 horas, con el paso de la primera tropa, procedente de Rocina Sur y Rocina Norte, hasta las 10,45 horas, cuando pase la última tropa venida desde Rincón.
El Ayuntamiento de Almonte ha emitido un bando para "garantizar la seguridad y el buen desarrollo" de esta jornada. La Policía Local acondicionará las calles de la aldea para facilitar el paso de las yeguas y el estacionamiento y circulación de vehículos estará restringido temporalmente por estas zonas de paso.
Similares medidas se tomarán también en la zona de sesteo, ubicada en el camino de los Llanos, detrás del Pastorcito. Las yeguas llegarán a este punto a las 13,00 horas, aproximadamente y saldrán para Almonte entorno a las 19,30 horas. Durante este tiempo, estará prohibida la circulación por el camino ya que se dificultaría el tránsito y manejo de los equinos.
A las 20,00 horas está prevista la entrada de la primera tropa de yeguas en Almonte. Más de 1.300 cabezas de ganado, organizadas en 11 tropas, que entrarán por el camino de Los Llanos, La Marmoleja, Feria, Altozano, Héroes de Baler, Manuel de Falla, Plaza de España, Cristo, El Pocito y Camino de Villalba, hasta llegar al Recinto Ganadero Huerta de la Cañada.
Del 27 al 30 de junio se realizarán las faenas tradicionales en el recinto ganadero que estará abierto al público en general desde las 7 horas a las 21 horas. Allí se realizarán las labores de marcaje e identificación del ganado, la tusa --corte de crines, cola y desparasitado de los animales--, mercado de compra-venta de ganado y concurso morfológico de la raza equina marismeña.
El 1 de julio se producirá la salida del ganado, conducido nuevamente por los yegüerizos, hasta sus zonas de origen en Doñana. La labor de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño y sus asociados es "fundamental" para la conservación de estos ejemplares de la raza autóctona marismeña.
Desde la asociación se hizo balance del último año, en el que hubo que hacer frente a "importantes retos logísticos y sanitarios" a causa de las inundaciones, que coincidieron además con la época de partos, "mermando la cría de potrillos". Aun así, se puso de manifiesto la "capacidad de adaptación" de los yegüerizos, así como "el respaldo recibido por parte de las instituciones".
Historia de la Saca de las Yeguas
Se trata de una tradición centenaria que fue regulada en 1504 por una ordenanza del Duque de Medina Sidonia. Ya existía la presencia de esta estirpe marismeña desde las invasiones de los distintos pueblos y culturas que se asentaron en torno al Lago Ligustinus, como los tartessos o los romanos. Durante el imperio romano, los caballos hispanos eran requeridos para las carreras de carros circenses, provenientes de las provincias de la Bética y Lusitania.
Durante el imperio romano, los caballos hispanos eran requeridos para las carreras de carros circenses, provenientes de las provincias de la Bética y Lusitania
No será hasta el siglo X, bajo el dominio musulmán, cuando los cronistas, historiadores y viajeros del Al-Andalus nos hablen de la cría caballar en la Al-Mada'in (marismas), en la desembocadura del Guadalquivir. Se hacían las cubriciones de las yeguas y el cruce de la raza española y africana por disposición del Almanzor.
No será hasta el siglo X, bajo el dominio musulmán, cuando los cronistas, historiadores y viajeros del Al-Andalus nos hablen de la cría caballar en la Al-Mada'in (marismas), en la desembocadura del Guadalquivir.
Se hacían las cubriciones de las yeguas y el cruce de la raza española y africana por disposición del Almanzor
Un texto del historiador y escritor árabe, Isa Ibn Ahmad Al Ra-zi, nos arroja la primera referencia sobre el concepto de "saca", donde nos indica que las yeguas y potros de las Marismas del Guadalquivir llegaban cada año a finales de junio al palacio de Medina Azahara (Córdoba), causando admiración entre los caudillos árabes.
El aprovechamiento del ganado marismeño con fines agrícolas y militares se fue sucediendo a lo largo de la historia, bajo la ardua tarea de la figura del yegüerizo. Desde el punto de vista ecológico, la raza equina marismeña, por su feralidad, supone un integrante importante del equilibrio ecológico de una de las áreas protegidas más importante de Europa.
Ahora, a través de la Diputación de Huelva, se ha editado un tríptico que estos días se reparten para dar difusión a esta información. Son documentos investigados por el conservador de Medina Azahara, Antonio Vallejo, quien identificó estas referencias en crónicas árabes del siglo X.
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