El Gobierno de Islandia ha anunciado que desde este jueves los barcos podrán volver a salir a faenar para pescar ballenas, después de que en junio las autoridades ordenasen una suspensión temporal de dicha práctica a raíz de un informe que aludía a cuestiones relativas al bienestar animal.

El Ministerio de Alimentación, Pesca y Agricultura ha confirmado en un comunicado publicado este miércoles el levantamiento de la suspensión y el reinicio de la pesca, aunque ha prometido que se endurecerán los requisitos y la vigilancia será más estricta. También se fomentarán aspectos como la formación.

En junio las autoridades ordenaron una suspensión temporal de dicha práctica a raíz de un informe que aludía a cuestiones relativas al bienestar animal

La ministra Svandis Svavarsdottir ha admitido ante los periodistas las dudas que suscita esta práctica, pero ha argumentado que la industria tiene permisos en vigor y, por tanto, parar toda la flota implicaría una reforma legal. En este sentido, ha recordado que su partido quiere terminar con la pesca de ballenas, según la agencia Bloomberg.

El Movimiento Izquierda-Verde de Svavarsdottir, sin embargo, choca en este ámbito con sus otros dos socios de coalición, ya que tanto el centrista Partido Progresista como el conservador Partido de la Independencia consideraron la suspensión decretada en junio como desproporcionada.

Islandia es uno de los pocos países del mundo --junto a Noruega y Japón-- que permiten la pesca comercial de ballenas. La temporada de verano de 2022 se saldó con la muerte de 148 ejemplares, pero los últimos informes encargados por el Gobierno han coincidido con las quejas de organizaciones animalistas que alertan del sufrimiento animal. La principal autoridad veterinaria cifró en dos horas el tiempo que puedan tardar en morir las ballenas.

"Los primeros registros de esta actividad se remontan al año 3000 a.C.​ Concretamente, el más antiguo del que se tiene constancia es el yacimiento de los Petroglifos de Bangudae. Varias comunidades costeras desde hace mucho tiempo han cazado y recolectado ballenas varadas para su subsistencia. La caza industrial de las ballenas comenzó en el siglo xvii. A principios del siglo xx, el uso de la tecnología y el aumento en la demanda de recursos superaron el límite sostenible por las ballenas, causando el descenso en las poblaciones de éstas. Durante la década de 1930, más de 50000 ballenas fueron sacrificadas cada año.

En 1986 la Comisión Ballenera Internacional (CBI) prohibió la caza comercial, con el fin de permitir que las poblaciones de cetáceos puedan recuperarse. Sin embargo, se les permite a ciertas comunidades continuar con la cacería de subsistencia, como parte de su cultura. Además, el artículo VIII de la convención que reglamenta la caza de la ballena permite la cacería con fines científicos.

Productos obtenidos de la industria ballenera

  • Aceite de ballena: Aceites para usos industriales, iluminación y alimentación.
  • Espermaceti: Cosméticos, lápices labiales, lápices grasos.
  • Ámbar gris: Fijadores de perfumes, considerado como el más valioso de los productos de la industria ballenera.
  • Glándulas endocrinas e hígado: productos farmacéuticos, hormonas, vitamina A.
  • Carne: Representa el 1,7% de la carne consumida en Japón.